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Brasil, con sólo un campeón, se enfoca en "la base" para dominar en la MMA

AFP
Caio Borralho, sentado junto a su perro.
Caio Borralho, sentado junto a su perro.MIGUEL SCHINCARIOL / AFP
Caio Borralho dejó sus estudios en química industrial para luchar por el cinturón de campeón de artes marciales mixtas, un deporte que ha bañado de gloria a su país.

Con cara de bonachón y anteojos, Borralho, de 30 años, forma parte de la nueva generación de luchadores que busca mantener la bandera brasileña en lo alto tras el retiro de los legendarios Anderson Silva (2020) y Amanda Nunes (junio).

El gigante latinoamericano, vital en el desarrollo de este deporte, especialmente en la creación de su máxima competición, el Ultimate Fighting Championship (UFC) ha sentido la despedida del par de excampeones, considerados por muchos los mejores de la historia.

Los peleadores brasileños poseen diez récords y representan el 20% de los atletas clasificados en los escalafones de las 13 categorías de la UFC. Pero Brasil apenas tiene un cinturón: el del peso mosca Alexandre Pantoja.

Caio Borralho tiene claro su objetivo.
Caio Borralho tiene claro su objetivo.MIGUEL SCHINCARIOL / AFP

"Estamos en un periodo de renovación. En este momento solamente tenemos un campeón y eso se debe a la falta de inversión en las bases", dice Borralho a la AFP.

"En los otros países se brindan más apoyos porque el deporte se ha desarrollado mucho y eso, a futuro, hace la diferencia. El secreto ahora es enfocarnos en la base para que, en breve, estemos dominando de nuevo", agrega.

"Nativos del MMA"

Junto a una veintena de luchadores, Borralho entrena cuerpo a cuerpo en un gimnasio del centro de Sao Paulo para cumplir una promesa que hizo pública: conquistar el título de peso medio (84 kg) de la UFC.

Aunque ganó los cuatro combates que disputó desde que se estrenó en la competencia, en abril de 2022, otros compatriotas parecen más cerca de retomar protagonismo para Brasil, como los excampeones Charles "Do Bronx" Oliveira o Alex Pereira.

"Me hacen faltas horas de vuelo, seguir luchando, adquirir experiencia", dice Borralho, nacido en São Luís de Maranhão (noreste) y quien dejó sus estudios de química industrial a un año de graduarse para dedicarse a las luchas.

Tras iniciarse de niño en el judo, a los 19 años pasó a las MMA, un deporte que ha tenido un crecimiento mundial vertiginoso y que en el país del fútbol ha hallado terreno fértil, aprovechando su tradición con las artes marciales.

El popular jiu-jitsu brasileño, surgido hace un siglo en Rio de Janeiro, y el "Vale tudo", una violenta lucha sin reglas, sirvieron de inspiración para la creación de la UFC hace tres décadas.

"El UFC está en el ADN del brasileño, en nuestra historia con el deporte de combate. Antes, los más jóvenes empezaban en una disciplina y se pasaban a las MMA. Ahora ya son nativos del MMA", explica a la AFP Eduardo Galetti, vicepresidente de esta organización en la nación sudamericana.

Brasil es el segundo país con más atletas (cerca de 100 de más de 600) y el segundo mercado para la UFC, por detrás de Estados Unidos, afirma el directivo de una competencia que se transmite en más de 70 naciones.

"Inspirar sueños"

Gracias a la UFC y otros campeonatos, las MMA se han convertido en una opción de sustento para numerosos luchadores brasileños, algunos de los cuales acaban también transformándose en estrellas y codeándose con figuras como Neymar.

"No quiero apenas ser campeona, quiero ser una campeona cuya historia impacte en la vida de otras personas. Quiero inspirar sueños", explica la peleadora Natalia Silva, de 26 años, que se inició en el taekwondo y casi por azar conoció las MMA.

Desde su debut en el octágono, en junio de 2022, la prometedora peleadora ha ganado las cuatro peleas que disputó y ya es decimotercera en la clasificación de las peso mosca de UFC.

Natalia Silva, una figura importante en las artes marciales de Brasil
Natalia Silva, una figura importante en las artes marciales de BrasilDOUGLAS MAGNO / AFP

"Si Dios quiere, muy pronto ese cinturón será nuestro", asegura Silva en el gimnasio donde entrena, en el municipio de Contagem, en la región metropolitana de Belo Horizonte (sureste).

Las mujeres han tenido un crecimiento exponencial en esa disciplina, con Amanda Nunes -siete veces defensora de los títulos de peso gallo y pluma- como máxima referente.

Aunque los torneos femeninos de UFC se crearon en 2013, veinte años después que los masculinos, ellas actualmente están mejor posicionadas, al ocupar 23 de los 42 puestos ocupados por brasileños en los rankings.

"Los brasileños nacemos con muchas ganas de vencer" en un país donde las cosas "no son fáciles", sostiene el entrenador Carlos Júnior Lopes. "Esas dificultades nos convierten en gente con más determinación, voluntad, garra. Cuando eso se mezcla con la técnica, no hay manera de detenernos", añadió.