Héctor Garibay, nacido en el departamento andino de Oruro (sur de La Paz), se metió en los Juegos Olímpicos al registrar en la Maratón de Sevilla (2023) un tiempo de dos horas, siete minutos y 44 segundos.

El tiempo alienta a Bolivia a meterse en las primeras posiciones y tal vez pelear por la medalla que su país nunca logró en una cita olímpica, recordando que el último campeón de Tokio, Eliud Kipchoge, marcó 2:08:38.

El fondista, que es exfutbolista, extaxista y mecánico, ha destacado en competiciones internacionales. Su nombre comenzó a sonar con fuerza tras ganar la maratón de Buenos Aires en octubre de 2021 y la de México en agosto del pasado año.

Siguió su ruta de preparación con un primer puesto en la media maratón de Río de Janeiro (mayo de 2024).

"Mi objetivo es cien por ciento París. Desde el año pasado me tracé metas, cada vez entreno más fuerte con miras a los Juegos", dijo el fondista, que se pondrá las zapatillas el 11 de agosto.

Otra atleta boliviana con marca mínima y billete directo es la nadadora María José Ribera, de 27 años, para la especialidad de 50 metros libres. Registró en el Campeonato Nacional Interclubes Abierto, en Colombia, 25,73 segundos.

A los dos se sumarán al menos media docena de otros deportistas como invitados del Comité Olímpico Internacional.