El trazado del Gran Premio de Catar de Fórmula 1 dejó estampas de una exigencia física desmesurada para los pilotos y otras de un desgaste tremendo para los neumáticos. La forma de los pianos fue una de las principales causas para esa degradación.

La FIA, con Pirelli de la mano, decidió limitar a 18 vueltas cada goma nueva  y pintó más anchos los límites del trazado en una solución improvisada que no terminó de dar resultado. Los protagonistas, muy descontentos, exigieron cambios de cara al regreso del Mundial a Lusail el año que viene.

Lewis Hamilton fue uno de los que más criticó, de manera constructiva, lo ocurrido durante el fin de semana: "Hay muchas cosas que tenemos que mejorar aquí. Obviamente necesitamos neumáticos de mejor calidad, pero no creo que el fabricante sea el único culpable de todos estos problemas", dijo.

"Hacemos muy pocas pruebas. No probamos en circuitos con curvas de alta velocidad como éste.Sugerí en la sesión informativa (de los pilotos) que deberíamos hacer tres días de test invernales aquí en Qatar, porque en ningún otro circuito del calendario, los neumáticos están sometidos a tanto estrés", agregó sobre unos exámenes que en años recientes están teniendo lugar en Bahrein.

Coches distintos

Los coches actuales son muy diferentes a los que se construían hace varias temporadas y el piloto británico no lo dejó pasar por alto: "Independientemente de las decisiones de la FIA, los coches son muy muy muy pesados. La carga aerodinámica es ahora mayor que nunca, y con los neumáticos, lo que pasó era algo de esperar", expresó.

Finalmente, señaló a la posibilidad de cambiar de fabricante como una posible solución al desgaste: "A pesar de producir la mitad de carga aerodinámica que la generación actual, los monoplazas del pasado eran capaces de ir a la misma velocidad gracias a un agarre mucho mejor de los neumáticos que hacían Bridgestone y Michelin. Tenemos que prestar mucha atención a todo eso, ya que la situación podría complicarse todavía más la próxima temporada", sentenció Hamilton.