Ferrari llevó mejoras a su Gran Premio de Italia en casa, en Monza, el 1 de septiembre, con la victoria de Charles Leclerc, compañero de equipo de Sainz, y su posterior pole position en la siguiente carrera en Azerbaiyán.
Leclerc logró la pole en Austin el año pasado, antes de ser descalificado en la carrera por desgaste excesivo en el bloque de deslizamiento trasero de su coche, mientras que Sainz terminó tercero.
Ferrari es tercero en la clasificación de constructores, pero a sólo 34 puntos del campeón, Red Bull, y a 75 del líder, McLaren, a falta de seis pruebas.
Su coche era inestable en las curvas de alta velocidad a principios de temporada, pero ese problema parece haberse resuelto, aunque ninguno de los tres últimos circuitos era típico de lo que está por venir.
Ferrari ha superado a Red Bull en cuatro de las seis últimas carreras.
"Estamos volviendo a circuitos normales con curvas largas y combinadas, curvas de alta velocidad. Vamos a ver dónde estamos ahora en este tipo de pistas y ver si todavía podemos luchar como lo hicimos en Singapur, Bakú y Monza", dijo Sainz a los periodistas.
El español dijo que las pistas desde Monza habían aumentado la confianza en que las mejoras funcionarían en todas partes.
"Creo que este será el test más importante hasta ahora para nosotros, para ver si todas estas mejoras que hemos traído en el pasado están funcionando en la dirección correcta para un tipo de pista más normal como la que vemos aquí en Austin", añadió.
Sainz, que se unirá a Williams al final de la temporada, dijo que no había nada significativamente diferente en el coche para Austin después de una actualización del alerón delantero en Singapur.
"Se está confirmando si nuestro mejor ritmo en las tres últimas carreras viene más de ir a pistas que realmente nos convenían... o si también las actualizaciones tienen un gran efecto en que fuéramos más competitivos en esas tres pistas. Austin podrá decirnos cuál de las dos cosas es".