Lewis Hamilton (39) puso fin a casi 1.000 días de sequía particular en Silverstone. El piloto británico no ganó ninguna carrera en 2022 y 2023, pero se desquitó en casa, ante su público, y trasladó el optimismo al box de Mercedes, donde comienzan a ver muestras importantes de competitividad.
Al menos, esa felicidad es lo que ha transmitido Toto Wolff con sus últimas declaraciones: "Después de tres años sin prestaciones, todo ha hecho ‘click’. Todo lo que no tenía sentido ahora tiene sentido y los resultados de la dirección de desarrollo están ahí. Encontramos prestaciones las ponemos en el coche y se traduce en tiempo por vuelta. Eso no fue así durante los dos últimos años. Vendrán más evoluciones en Budapest y Spa, pero tampoco debemos dejarnos llevar. Tuvimos una victoria en Austria (Russell) en la que nos beneficiamos por la pelea delante, pero en Silverstone conseguimos una victoria real", dijo.
"Los últimos tres años han sido muy difíciles, no le dábamos a los pilotos una herramienta para ir a por las victorias. Permitir a Lewis ganar el GP de Gran Bretaña en su último año con Mercedes no podría haberse escrito mejor", agregó el jefe de Mercedes.
Finalmente, se alegró por el éxito de Hamilton, que el año que viene se subirá al Ferrari: "Nuestra relación viene de muy atrás. Yo también he intentado ayudarle ahora. Por eso es tan bueno que haya podido apartar sus pensamientos negativos y salir con esta actuación. Se quita un peso de encima", concluyó el austriaco.