Las imágenes del Rally de Montecarlo que han enamorado a todos los fanáticos
La puesta de largo del WRC en Montecarlo dejó cautivado a medio mundo. Una etapa nocturna en la que la visibilidad era mínima, los límites del trazado a rebosar de aficionados marcando el camino con bengalas y la velocidad como plato principal fueron los ingredientes para firmar una jornada completamente épica.
Además, con la ausencia del finlandés Kalle Rovanpera, bicampeón del mundo, la emoción estaba desbordada, puesto que no hay un claro favorito para llevarse el título. Ello, unido a la mística propia de la prueba del Principado, considerada la más emblemática del mundo en esta disciplina, dejaron una noche inolvidable.
Para completar una experiencia de ensueño tanto en el caso de los pilotos como en el de los fieles que inundaron las cunetas, la organización se encargó de lanzar fuegos artificiales al paso de los coches. Curvas, velocidad, vértigo y adrenalina, no hace falta más para ser feliz.