Final Four de la Euroliga, una prueba de fuego crucial para Chus Mateo
La andadura de Chus Mateo al frente de la primera plantilla del Real Madrid arrancó rodeada de turbulencias. Asumió el mando tras la polémica marcha de Pablo Laso (55) y las sensaciones que transmitió el equipo en los primeros compases del curso no fueron del todo alentadoras teniendo en cuenta que se venía de una época de dominio casi incontestable.
A partir de ahí, el técnico madrileño ha ido haciendo crecer las dudas. Si bien es cierto que cuenta con una plantilla cada vez más veterana, se le proporcionaron buenos fichajes y cuesta creer que un conjunto baje tanto el rendimiento de un año para otro.
La situación ha desembocado en que últimamente surjan rumores acerca de su continuidad al término de esta campaña. Hace no mucho se habló de que la entidad merengue se reunió con Sergio Scariolo (62) para presentarle el proyecto del año que viene. Al parecer, todo se intensificó por culpa del 0-2 con el que se inició la serie de cuartos de Euroliga frente al Partizán.
Esa eliminatoria, la sensación de descontrol latente durante la trifulca en el segundo partido y la falta de regularidad tienen entredicho a un Mateo que, pese a meter al club en la Final Four podría tener medio pie fuera de la ‘Casa Blanca’.
En la semifinal de la máxima competición continental el entrenador del Real Madrid no se citará con el mejor de los clientes. Una derrota contra el Barça magnificaría todos los problemas, sobre todo si después los blaugrana levantan el título. Recordemos que el balance de la temporada es ligeramente favorable a los catalanes con tres triunfos por dos de los blancos.
Ganar no da seguridad
Aun consiguiendo ganar la Euroliga, la permanencia de Chus Mateo en el futuro próximo no estaría asegurada. En el club no están nada seguros de haber acertado eligiéndole y tendrán que sentarse a valorar si es el hombre indicado para ocupar el banquillo durante más tiempo.
De todos modos, ganar le concedería al madrileño el beneficio de la duda. Despedir a un hombre que acaba de triunfar en Europa sería complicado en una entidad que valora tanto los éxitos continentales. De ese modo, podría ser su última bala para quedarse.