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Una canasta de Madar en el último segundo acaba con la imbatibilidad del Madrid en Europa

David Olivares
Facu Campazzo intenta zafarse de Dorsey y Wilbekin
Facu Campazzo intenta zafarse de Dorsey y WilbekinProfimedia
La exhibición de Campazzo (33 puntos y siete asistencias) no fue suficiente para mantener al Real Madrid invicto en Euroliga. Un aguerrido Fenerbahçe que no es el que conquistó Europa en 2017 pero que empieza a recuperar las buenas sensaciones, forzó la prórroga gracias a Calathes y ganó el partido en el último segundo (100-99). El Madrid estuvo por delante durante los 40 minutos y en buena parte de la prórroga.

La visita a Estambul se las traía. En el recuerdo de todos la final de Belgrado de 2018, cuando el Real Madrid consiguió la décima ante un Fenerbahçe que defendía título. Un gran ambiente en el Ülker Sports Arena recibía al vigente campeón de Europa.

Y el Madrid respondió al envite. Aunque no estuvo tranquilo en ningún momento, siempre tuvo la iniciativa. Sólo durante unos segundos en la prórroga y en la última jugada, los de Chus Mateo estuvieron por detrás en el tanteador. El buen hacer de Poirier fue decisivo ya que Edy Tavares estuvo fuera durante el tramo decisivo del partido por acumulación de cinco faltas personales. Y por supuesto la actuación del Facu Campazzo que no falló un tiro de dos ni un tiro libre y dirigió a su equipo con maestría. 11 de 11 y 5 de 5 respectivamente.

Los blancos apretaron en el primer cuarto donde adquirieron una renta de 13 puntos. Los turcos fueron remando hasta que con un estirón en el último cuarto consiguieron forzar el añadido. Especialmente acertados estuvieron en el lanzamiento exterior, ya que Scottie Wilbekin y Marko Guduric anotaron 19 y 21 puntos respectivamente. 

En el Madrid, a Campazzo acompañó la presencia de Llull, que celebró su triple número 600 en Euroliga. El menorquín anotó 14 unidades, las mismas que Gabi Deck mientras que Musa y Poirier aportaron 11 cada uno. El francés además capturó ocho rebotes. Los blancos ganaban de 14 en el último cuarto pero vieron como esa renta fue anulada por el empuje otomano.

Prórroga fatídica

El Real Madrid tuvo el partido controlado también en la prórroga pero los de Itoudis apretaron en la última jugada y forzaron un fallo de Campazzo. El que había sido hasta el momento el mejor jugador del partido, junto a Guduric, falló un pase que interceptó el serbio.

El balón finalmente llegó a manos de Yam Madar, que anotó y alcanzó los 17 puntos, su máxima anotación en Euroliga. No había tiempo para más. La canasta del israelí sobre la bocina desató la locura en Estambul. Habían ganado al campeón y eso no ocurre todos los días.