10 años después de su llegada a la NBA, Joel Embiid sólo ha jugado 433 partidos de 801 posibles en temporada regular. ¿Qué cifra podría simbolizar mejor la carrera del gigante camerunés-franco-estadounidense? Posiblemente la fuerza más imparable de la NBA, pero demasiadas limitaciones físicas, un estado de cosas reforzado por la regla del mínimo de 65 partidos para los trofeos individuales. Si alguien está en desventaja por esta regla, es él.
Pero aun así ganó el premio MVP en 2023, y uno tiene la sensación de que el título es ahora su único objetivo. Eso puede parecer ilusorio para un jugador que nunca ha pisado una final de conferencia. Pero al menos el jugador y su franquicia están en sintonía. Los 76ers apoyaron claramente a su estrella cuando declaró que, si podía, no jugaría más partidos en dos días seguidos en lo que le quedaba de carrera.
Por otro lado, atrajeron a Paul George con un enorme contrato para formar un Big Three con Embiid y Tyrese Maxey, la revelación de la temporada pasada. Pero las dudas físicas no tardaron en aparecer con una lesión de PG13 que le costará -de momento- el inicio de la temporada, mientras que el MVP de 2023 no pisó la cancha en pretemporada. ¿Un mal presagio? Dadas las inversiones realizadas, está claro que el equipo no tiene margen de error en cuanto a resultados.
El pívot aspirará a una temporada ligera en partidos pero dominante en baloncesto y estadísticas. Seguir siendo la apisonadora que mete 30 puntos cada noche. Pero, por supuesto, es en los play-off donde se espera que brille, ya que su última campaña de este tipo volvió a ser decepcionante. Si todavía no hay final de conferencia, parte del aura de Joel Embiid se habrá esfumado. Y las lesiones no explicarán del todo esta decepción.
Estadísticas 2023/2024: 34,7 puntos, 56 asistencias, 11 rebotes, 52,9% en tiros, 38,8% en triples (39 partidos).
Objetivo razonado para 2024/2025: 35 puntos / 13 rebotes / finales de conferencia mínimo