Que Neymar (30) acabó fichando por el PSG el 3 de agosto de 2017 por una cifra récord de 222 millones de euros es algo conocido en el mundo del fútbol. Lo que no se sabe, y El Mundo arroja luz sobre ello, es qué aconteció durante los días decisivos a la decisión del brasileño de dejar la capital catalana.

Esta edición de los Barçaleaks se centra en un extenso correo electrónico que Raúl Sanllehí, por aquel entonces director de fútbol del club azulgrana, envió al expresidente Josep María Bartomeu y a su CEO, Óscar Grau, en el que les relataba con todo lujo de detalles las reuniones que había mantenido con el jugador y su padre, al que llamaba Ney Pai, y sus impresiones acerca de las opciones que tenía el Barça de retener al brasileño.

Sanllehí afirmaba que Ney Pai estaba "enrabietado, con muchas ganas de guerra y muy molesto con el club" al haberse filtrado la prima de fichaje que tenían que pagarle a su hijo, que ascendía a 64,4 millones de euros brutos (de los que 43,65 tenían que pagarse ese mismo día) y que la entidad catalana había paralizado a la espera de acontecimientos.

Antes de ese enfado, el directivo estaba convencido de que el padre estaba de su lado y que, de hecho, estaba intentando convencer a su hijo de que era un error marcharse al PSG. De hecho, al parecer incluso le había pedido al directivo ayuda y que intentara hablar personalmente con Neymar.

La cabeza del jugador era el principal problema

La fragilidad mental del brasileño, según Sanllehí, parecía ser su principal problema, ya que a veces daba a entender que se quería quedar y otras veces era todo lo contrario. 

"Os he contado a todos por separado que el problema en este caso era la cabeza del jugador. El chico está mal, tiene muchos problemas personales, está muy confuso y es muy vulnerable. Así que equivocadamente ha pensado que huyendo de Barcelona también huirá de sus problemas (cuando realmente lo que debe hacer es afrontarlos y no marcharse)", relataba en el correo el directivo, que continuaba afirmando que había hablado con el jugador en varias ocasiones, que le había hecho llorar más de una vez y que Neymar le había reconocido en más de una ocasión que "estaba perdido" pese al apoyo de sus compañeros, que habían acabado hartándose de la situación.

Ney Pai se sintió traicionado por el Barça

El punto de inflexión para Sanllehí fue la publicación del "signing bonus", lo que el padre del jugador interpretó que se produjo para presionarle e incluso amenazarle, algo que el directivo negó sin que la otra parte se lo creyera. "No me fío de vosotros, me habéis engañado repetidamente", afirmaba al parecer Ney Pai. Para intentar agotar el último cartucho, Sanllehí fue a casa del brasileño, que ya había tomado una decisión tajante: si no cobraba ese mismo día la prima, tendría "argumentos legales para resolver el contrato" y entonces, según él, el Barcelona no vería ni uno de los 222 millones y Neymar sería agente libre y podría firmar por cualquier equipo que quisiera.

Este ultimátum asustó al directivo del Barcelona, que en el correo expresaba con temor que, si el club quería tener alguna posibilidad de que el brasileño se quedara, si no pagaban ese día la matarían definitivamente. Por último, también expresaba una "reflexión personal": que si él fuera el Real Madrid, que por aquel entonces había ofrecido 180 millones por Mbappé, y supiera de la situación de los culés, se plantearía claramente "hacer jaque mate".

Como es de sobra conocido, el Barça no pagó esa prima a Neymar, lo que provocó que ambas partes se vieran en los juzgados, y el resto es historia.