Bea González y Delfi Brea se alzaron con el Barceló Master de Valladolid este domingo. Cuatro partidos tuvieron que superar hasta llegar a la gran final. Triunfo de prestigio para dos jugadoras muy jóvenes llamadas a lograr grandes éxitos en tiempos venideros. Días antes, llegaron al duelo decisivo en Francia sin poder concretar una prometedora remontada tras caer por un duro 6-1 en el set inaugural. El mes de junio, sin embargo, todavía tenía reservado una gran alegría para ellas.
Ganaron con bastante solvencia a Claudia Fernández y a Julieta Evangeliana en dieciseisavos (1-6 y 4-6), repitieron el mismo resultado frente a Patricia Llaguno y Nuria Rodríguez (1-6 y 4-6), vencieron con facilidad a Lucía Sainz y Aranzazu Osoro (3-6 y 1-6) y tuvieron que sacar adelante un encuentro ajustado en semifinales -también en dos sets- ante Ariana Sánchez y Paula Josemaría (6-7 y 4-6).
Esta victoria no es una más para ninguna de las dos por todo lo que conlleva, pero puede ser incluso más importante aún para González, nacida el 23 de noviembre de 2001 (cumplirá 22 años dentro de unos meses), porque la convierte en la campeona de Master más joven de la historia. Su nombre queda escrito en la historia de un deporte que sigue creciendo a nivel profesional y popular.
Una alegría difícil de ocultar
"Esta plaza es impresionante. Muchísimas gracias a todas las personas. Hace muchísimo calor... Gracias, de verdad. No lloro... Se lo dedico a mi papá, que el otro día fue el Día del Padre y se lo prometí", indicó Brea, previo beso a la cámara, ante los medios oficiales del WPT. La de Buenos Aires, de la generación del 1999, se afianza en el top 10 mundial.
"No sé ni por dónde empezar... La verdad es que estoy muy, muy feliz. Este partido es la recompensa a mucho esfuerzo de mucha gente. No los voy a nombrar porque serían muchísimos, pero muchas gracias a todos los que nos han acompañado. Ha sido un auténtico placer estar aquí. En mi cabeza estaba en Málaga, os lo prometo", explicó su compañera, visiblemente emocionada.
"Esta victoria es muy importante para nosotras. Ha sido un partido muy duro en el cual hemos pasado por muchísimos momentos. Delfi tiene una cabeza impresionante y estoy superfeliz de jugar con ella. No quiero jugar con nadie más en mi vida. Este triunfo es de todos los que nos acompañan. Espero que hayáis disfrutado tanto como nosotras", continuó Bea tras el choque.