Víctor Camarasa lleva tiempo sin poder disfrutar de su profesión porque las lesiones se lo han impedido. El presente año ha estado marcado por unas molestias en el tendón rotuliano. La solución llegó en abril, cuando pasó por el quirófano para recuperarse de forma definitiva. Y después de ocho meses desde aquella operación, el ex del Deportivo Alavés tiene la oportunidad de terminar el año sobre el césped, aunque eso depende de Manuel Pellegrini.
Ni mucho menos ha sido esa la primera lesión que ha tenido el futbolista bético durante su trayectoria en la élite. Tuvo problemas varios hasta 2020, como la gran mayoría de jugadores, pero ese año llegó el primer gran varapalo, cuando se rompió el ligamente cruzado, motivo por el cual estuvo más de 365 días sin competir. Se vio obligado a parar el 19 de julio, en el último compromiso liguero (contra el Barcelona, 0-5), y no regresó hasta el día 24 de ese mismo mes (pero de 2021).
Pudo jugar 45 minutos contra el Wolverhampton, repitió la misma cantidad frente al Derby County y rozó la media hora frente al Leeds United. Entre finales de agosto y principios de octubre disputó lo que dura un partido completo, pero ya no volvió a disfrutar sobre el terreno de juego hasta enero de 2022, cuando apenas estuvo dos ratos (7' y 8' ante Deportivo Alavés y Espanyol respectivamente). Desde entonces, en casi un año natural, ha trabajado en la sombra para volver a jugar. Y ese día puede ser este viernes (17h00 CET) ante el conjunto de Bérgamo, que regresa a la Serie A el 4 de enero de 2023.
Canales tendrá que esperar
Si la novedad es Camarasa, la principal ausencia es Canales, otro jugador castigado (antaño) por los problemas físicos. El mediocentro cántabro sufrió una lesión contra el Manchester United y no llega a tiempo para jugar este amistoso frente a la Atalanta, pero la gran prioridad es el duelo liguero frente al Athletic, un rival directo por los puestos europeos (tanto Champions como Europa League en estos momentos).