Tras una etapa aburrida a pesar de un recorrido propicio para la lucha entre los líderes, el segundo paso por las laderas del Cappuccini fue el escenario de la primera gran cita de este Giro 2023.
Mientras Ben Healy había matado todo suspense en cabeza tras haberse separado de sus compañeros de escapada a falta de 50 kilómetros, Primoz Roglic atacó en las pendientes superiores al 15%. Si el maillot rosa, Andreas Leknessund (DSM), intentaba quedarse con el esloveno, aunque eso significara perderlo todo, Remco Evenepoel (Soudal-Quick Step) parecía intentar suavizar su esfuerzo para alcanzar al líder del Jumbo-Visma.
En realidad, el campeón del mundo no tuvo un gran día. Rebasado por los INEOS Tao Geoghegan Hart y Geraint Thomas, el corredor belga cogió el siguiente tren, que incluía a Joao Almeida (UAE-Team Emirates) y Damiano Caruso (Bahrain-Victorious). Finalmente cruzó la meta con 14 segundos de retraso sobre Roglic.
Víctima de dos caídas hace 3 días, Evenepoel parecía haberse recuperado sin daños de estos incidentes, pero el final de esta 8ª etapa barajó las cartas. Paradójicamente, el belga estuvo a punto de recuperar la maglia rosa después de que Leknessund pagara sus esfuerzos. El noruego conserva su propiedad por 8 segundos.
Con toda probabilidad, perderá su maillot el domingo en la contrarreloj de 35 km entre Savignano sul Rubicone y Cesena. Esta será una oportunidad para Evenepoel de recuperar tiempo sobre la competencia... a menos que este resultado sea una señal de un cambio más profundo en la clasificación general.