Jasper Philipsen fue el más rápido en la décima etapa del Tour de Francia, aunque el eritreo y el germano hicieron todo lo posible por evitar la victoria del belga, sancionado y criticado días atrás por una controvertida maniobra.
Fue el primer triunfo parcial para un participante que aún no había levantado los brazos desde la salida en Florencia., si bien es la séptima Grande Boucle' a lo largo de su carrera.
"Es un gran alivio que finalmente podamos mostrar nuestra fuerza, para eso hemos venido", dijo el corredor de 26 años.
Philipsen fue guiado magistralmente por su equipo, y fue el campeón del mundo Mathieu van der Poel quien le propulsó hacia el éxito, lo que le devuelve a la pelea por el maillot verde, que sigue en manos de Girmay.
Existía la posibilidad de que el viento pudiese tener incidencia, provocando abanicos como los que esfumaron las esperanzas de Alejandro Valverde en esas mismas carreteras en 2013, pero el dios Eolo no sopló con fuerza y la carrera mantiene el statu quo antes de unos próximos días decisivos.
El esloveno Tadej Pogacar conserva el maillot amarillo al término de esta jornada, sin interés por la clasificación general.