Con Red Bull en otro mundo, y Aston Martin y Mercedes por delante, Ferrari es ahora mismo el cuarto equipo en Fórmula 1. Un lugar en el que no pueden seguir por más tiempo. De ahí que todos en Maranello esperen acertar en las mejoras y modificaciones que realizarán de cara a la primera carrera en Europa. 

Entre ellos, por supuesto, los pilotos, tanto Carlos Sainz como Charles Leclerc. Especialmente llamativo es el caso del subcampeón del mundo, quien ha sufrido dos abandonos, uno por avería y otro por un choque con Stroll. 

"Todavía queda una temporada muy, muy larga. Estamos totalmente motivados para volver a lo más alto e intentaremos utilizar estas semanas antes de Azerbaiyán de la mejor manera posible", ha comentado el de Mónaco. 

Para ello aún tienen tiempo de progresar y Ferrari, a pesar de que el año anterior fue de más a menos, ya ha demostrado ser capaz de evolucionar un coche de carreras. "Conocemos la historia del año pasado y ahora se trata de centrarnos en lo que podemos hacer para mejorar. Sabemos dónde tenemos que trabajar y ahora sólo tenemos que hacerlo realidad". 

Sin embargo, Leclerc no ha querido detallas en qué faceta o elementos han de mejorar más. "Honestamente, es tratar de tener un coche más sólido en todas las condiciones. Parece que somos bastante buenos en términos de clasificación siempre que tenemos el máximo agarre, pero cuando perdemos un poco de agarre en la carrera, empieza a ser muy, muy difícil, y parece que perdemos mucho rendimiento, así que tenemos que trabajar en ello".