Miami me lo confirmó: Verstappen aburre con otra heroicidad y Alonso se agarra al podio
La jornada del sábado había sido muy esperanzadora para los pilotos españoles porque Fernando Alonso (41) y Carlos Sainz (28) lograron un segundo y un tercer puesto muy ilusionantes en la Q3. Salían dispuestos a hacer algo importante en Miami, por detrás de Sergio Pérez (33) y con Max Verstappen (25) bastante lejos en la línea de salida, noveno al quedarse sin tiempo tras el accidente de Charles Leclerc (25, que tuvo que lidiar en la carrera con unas molestias en el cuello debido al propio impacto. Los alicientes eran casi infinitos y el espectáculo estaba servido.
Ningún adelantamiento se produjo en la cabeza durante la salida. Kevin Magnussen se hizo fuerte ante el monegasco y se convirtió en su peor pesadilla. Hasta cuatro veces se puso por delante del piloto de Ferrari, que no conseguía ratificar cada uno de los rebasamientos y volvía a la posición anterior -la lógica se acabó imponiendo-. Los dos iban con el neumático medio, igual que Esteban Ocon, pendiente a cualquier movimiento justo detrás. La batalla por el séptimo puesto, muy interesante.
Verstappen, con duro desde el inicio, era uno de los grandes atractivos porque tenía que remontar, pero eso no es ningún problema con un monoplaza tan potente como el de Red Bull. Varias vueltas tardó en colocarse en la cuarta plaza, a las puertas del podio y a un paso de Sainz, incapaz de ofrecer demasiada resistencia y sancionado con cinco segundos -apenas le afectó-. Estaba muy forzado el madrileño, que paró después de Leclerc pese a que estaba mejor colocado para hacer algo importante. Algo parecido ocurrió con Checo, aunque el piloto que más tarde pasó por boxes, de entre los líderes, fue Alonso.
Un emperador llamado Verstappen
Decepcionantes fueron las actuaciones de Lance Stroll, en zona de nadie y lejos de la pelea por los puntos. Así podría calificarse también el propio Gran Premio porque el vigente campeón consiguió una victoria demasiado sencilla para haber salido desde la novena plaza. Tan aburrida fue, sobre todo en las últimas vueltas, que el piloto asturiano tuvo tiempo para elogiar una buena jugada de su compañero durante el tramo final, sorprendentemente relajado. Sin banderas amarillas ni abandonos a lo largo de la hora y media que duró la contienda en Estados Unidos.
Max ganó con vuelta rápida incluida (con más de cinco segundos de distancia sobre el mexicano y con 26 de margen respecto al tercero) y tras haber adelantado a su compañero Pérez en una guerra fría. Ferrari se lleva un quinto y un séptimo puesto que dejan cierto sinsabor (entre Carlos y Charles, 15" a favor del primero). Tampoco aspiraban a mucho más y el desenlace podría haber sido mucho más cruel. Lewis Hamilton acabó sexto, con Gasly, Ocon y Magnussen completando el top 10.