Proeza de Russell y doblete de Mercedes en el Gran Premio de Bélgica
Fue una carrera de esas en las que no puedes parpadear porque siempre van pasando cosas. Desde el inicio hasta el final, sobre todo ahí con la emoción del doblete de la escudería alemana. Pero luego llegamos a eso.
En la salida, se esperaban muchos movimientos por cómo estaba conformada la parrilla, con Verstappen 11º y con otros pilotos fuera de posición. Y los hubo. Leclerc, en la pole, aguantó, mientras Hamilton superaba a Checo Pérez. Sainz, el único de los de arriba con gomas duras, adelantó a Norris y se colocó sexto.
Tres vueltas después, el heptacampeón del mundo demostró el potencial de su Mercedes y dio buena cuenta de Leclerc y su Ferrari para ponerse primero. Por detrás, el líder del Mundial se quedaba bloqueado en su remontada por Norris, que era séptimo. Como no tenía forma de hincarle el diente en pista, en la vuelta 11 entró en boxes para hacerle un undercut. Misión conseguida y puerta abierta. Todos siguieron sus pasos, excepto Sainz, que con su duro se mantuvo en pista más giros.
El liderato del español era, obviamente, ficticio, pero parecía que quería ir a una sola parada. Arriesgado, pero no imposible. Para cuando cambió neumáticos, casi en el ecuador de la prueba, salió por detrás de Norris, séptimo. La carrera, ya ordenada, volvía a ser dominada por Hamilton, con más de dos segundos sobre Leclerc y Piastri.
Russell, una sola parada y a por el triunfo
No tardaron mucho en visitar de nuevo a sus mecánicos para calzar ya las gomas definitivas que les llevarían a la meta, incluido el propio Sainz. Incomprensible lo de Ferrari y su catenaccio. De haberse arriesgado a una sola parada...
Mercedes sí lo hizo. Y sorprendió a todos, en especial a los tres primeros, Hamilton, Leclerc y Piastri, quienes vieron al volver pista que Russell no tenía intención de parar más. A Hamilton se lo llevaban los diablos viendo cómo su compañero le podía birlar una victoria que parecía suya. Y apretó los dientes para ir recortando, lo que consiguió a falta de cinco vueltas. Desde el muro les pidieron una lucha limpia. Y quizás por ello, Lewis se contuvo, George cerró huecos y aguantó la presión hasta el final, con 33 vueltas en sus neumáticos, para llevarse un épico triunfo.
Por detrás, Piastri, que terminó a menos de un segundo de los Mercedes, se deshizo pronto del rocoso Leclerc para birlarle el tercer cajón del podio. Norris presionó lo que pudo a Verstappen por ser quinto, pero no pudo. Quien sí ganó un puesto al adelantar a Checo Pérez fue Carlos Sainz, que se conformó con la séptima posición. Fernando Alonso, por su parte, quedó noveno y volvió a sumar puntos.