No fue sencillo, desde luego, el fin de semana en el Gran Premio de Azerbaiyán para él. Aunque lo pudo minimizar con un quinto puesto que le supo a gloria, sabe que tiene que dar más de sí para luchar por los podios y las victorias.
"Bakú fue un fin de semana difícil, no tanto por el resultado, sino más bien porque no tuve buenas sensaciones", ha reconocido Sainz. "Hemos analizado todos los datos y creemos que entendemos las razones por las que no me sentía plenamente confiado en el coche. Ahora quiero salir a pista para confirmar lo que nos dicen los datos".
Para amoldarse al coche, y también para aclimatarse al huso horario, el madrileño llegó a Miami el lunes. Allí, entre reunión y reunión, y actos con los Dolphins, ha tenido tiempo para relajarse jugando al golf mientras se marcaba un objetivo. "Volver al nivel de confianza que tenía en el coche en Melbourne, donde pude rodar a un ritmo constante durante toda la carrera".
Miami, bueno para Ferrari
Es la de Miami una pista inusual, construida sobre un parking, pero que a Ferrari le fue muy bien el año pasado. Leclerc consiguió la pole y Sainz le acompañó en la segunda plaza. Ahora parece que Red Bull está muy por encima de todos y que repetir aquel resultado sería una enorme hazaña.
Sin embargo, no se rinden en la Scuderia, que ha traído varias actualizaciones que Sainz, junto a su pilotaje, esperan aprovechar. "Obviamente, hay muchas cosas que entender en una pista inusual como ésta, empezando por la superficie de la pista, que se ha rehecho por completo. Tendremos que comprobar sus características, pero confío en poder tener un fin de semana competitivo, disfrutando de la conducción de mi SF-23 al límite", ha explicado el español.
