Ya no valía especular y tampoco había tentación de caer en el despiste por mirar de reojo a otro partido. Países Bajos y Estados Unidos inauguraban los octavos de final unas horas después de que se cerrara la fase de grupos con los partidos Serbia-Suiza y Camerún-Brasil. El duelo partido en sí, ya sin puntos en juego, un todo o nada para seguir disfrutando del Mundial de Catar, era un buen aliciente para aquellos aficionados sin ninguna simpatía por los neerlandeses o los norteamericanos.

La frescura de los de Berhalter siempre es bienvenida en un campeonato del mundo, donde suele reinar la prudencia y el conservadurismo. Arrancaron el encuentro con descaro y dispuestos a hacerse con la posesión del esférico, pero no como mero adorno, sino como método para llegar hacia el triunfo, casi siempre en campo rival. Prueba de ello, aunque casi sin esperarlo, Pulisic recibió el balón dentro del área y se estrelló con un gigante llamado Noppert, que minimizó su portería a la del tamaño de un futbolín.

Del fallo al acierto

Mientras los estadounidenses desperdiciaban una oportunidad especialmente clara, los neerlandeses mostraban su versión más eficaz en el gol de Memphis Depay (minuto 10), asistido por Denzel Dumfries en una acción que se originó en las botas de Cody Gakpo. El jugador del Barcelona, muy activo en todo momento y clave a la hora de interpretar el juego y encontrar los espacios, protagonizó la segunda acción de claridad para su equipo, pero su lejano y apurado disparo llevaba una dirección equivocada.

Pese al buen inicio de los americanos, el gol en contra generó ciertas dudas a la hora de intentar romper las líneas naranjas. El partido pasó a ser una lucha táctica con demasiados peones y ausencia de un rey o una reina para intentar romper el tablero. Timothy Weah quiso ponerse la corona de su padre (George) y volvió a toparse con el guardameta del Heerenveen, pero otra vez Dumfries se encargó de dinamitar el envite con otra asistencia similar al área, esta vez con un destinatario inesperado, Blind, que no marcaba como internacional desde 2014.

Dumfries, una trituradora

Antonee Robinson siguió siendo un blanco fácil en la segunda mitad y el carrilero del Inter continuó haciendo sangre. Otra internada más estuvo cerca de provocar el gol en propia portería de Zimmerman. Justo antes, Gakpo se convirtió en defensa por un día y salvó, bajo el larguero en una acción de córner, lo que pudo ser el 2-1. Entretanto, Depay siguió disfrutando sobre el césped tras un 2022 complicado en Barcelona por su falta de protagonismo y la lesión que acaba de dejar atrás.

La segunda parte fue mucho más abierta. Estados Unidos estaba obligada a dar un paso adelante, lo que provocó una brecha entre la defensa y el ataque. McKennie y Musah, más fatigados también, cada vez veían más lejana su propia portería. Aunque Países Bajos parecía tenerlo controlado, recibió un buen susto cuando Wright, que aprovechó un fallo de Memphis en la salida, recortó distancias (minuto 76) con un remate de tan complicada ejecución que hay ciertos indicios de que tuviera otras intenciones más humildes.

Esta situación apenas duró unos minutos, aunque los de Berhalter soñaron por momentos. Turner, que antes salvó a su equipo con varias paradas de mucho nivel, estaba absolutamente vendido en la diana de Dumfries (así puso el broche a una actuación inmaculada), que llegó sin oposición al segundo palo tras un gran pase de Blind. Ya sorprendió en la Eurocopa y este sábado firmó un encuentro sobresaliente que bien vale su entrada directa en el once ideal de los octavos de final, pase lo que pase en el resto de eliminatorias.

Jugador Flashscore del partido: Dumfries.

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