Uno de los hechos más curiosos del cierre del mercado de fichajes de invierno fue que al Barça no le dio tiempo a cerrar el fichaje de Julián Araujo (21) al producirse este solo 18 segundos fuera del plazo por un supuesto error informático en el que “se cayeron los sistemas”, como reveló el director de fútbol del club azulgrana. Mateu Alemany.

Pero menos de un mes más tarde, el exjugador de Los Angeles Galaxy ya está en Barcelona donde, a la espera de que el TAD decida si puede ser inscrito, jugará en un principio en el filial culé con vistas al primer equipo, tal y como anunció la entidad de la Ciudad Condal: “El FC Barcelona y LA Galaxy han llegado a un acuerdo para el traspaso del jugador Julián Araujo, que se incorporará al Barça Atlètic. El acuerdo con el jugador es para las próximas tres temporadas y media, hasta el 30 de junio de 2026”.

El futbolista nacido en Lompoc (California) el 13 de agosto de 2001, pero con nacionalidad mexicana al ser el país de sus padres (de hecho, ha jugado tres partidos con la selección absoluta de México aunque jugó con la de Estados Unidos en categorías inferiores), se sumará a los entrenamientos del equipo dirigido por Rafa Márquez en los próximos días.

El Barcelona ya le seguía la pista a Araujo desde hace tiempo, puesto que el lateral se desarrolló en la Barça Residency Academy USA antes de desembarcar en marzo de 2019 en su ya exequipo, Los Angeles Galaxy, con los que disputó 98 partidos en los que marcó un gol y dio 14 asistencias, una muestra de su carácter ofensivo en la banda derecha.

Araujo, en declaraciones a los medios oficiales del Barça, se mostró muy contento por recalar en “el mejor club del mundo” cuando hace solo “tres o cuatro años estaba en la Academy de Arizona”. También aseguró que no dudó ni un segundo al presentársele la oportunidad de cambiar de aires y probar suerte en el fútbol europeo: “Cuando mis representantes me hablaron del interés del Barça, les dije que había que hacer todo lo posible por firmar porque no te lo puedes pensar cuando te llama el mejor equipo del mundo, así que aquí estoy”.

El mexicano, que comentó que llegar al Barcelona es “un sueño hecho realidad”, se definió a sí mismo como un jugador “agresivo” y al que le gusta “jugar al ataque y asistir a mis compañeros”, pero también resaltó que le gustaría “ser un ejemplo para las futuras generaciones, es un orgullo para mí”.

Tampoco se quiso olvidar de su anterior equipo, al que dedicó unas bonitas palabras de despedida: “Cuatro temporadas increíbles que nunca olvidaré. Quiero agradecer a los increíbles aficionados que me apoyaron y animaron desde el día de mi debut hasta mi último partido. Para todos mis compañeros de equipo, entrenadores y staff, fue un placer representar a este club junto a todos ustedes”.

“Estoy muy agradecido de haber tenido la oportunidad de desarrollarme dentro de esta institución, desde la academia hasta el primer equipo con el club más grande de la MLS. LA Galaxy siempre será parte de mi historia y ha sido un honor compartir estas experiencias con todos ustedes. Nos vemos pronto".