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El Barcelona, contra las cuerdas tras perder ante el Inter con gol de Calhanoglu (1-0)

César Suárez
El Barcelona, contra las cuerdas tras perder ante el Inter con gol de Calhanoglu (1-0)
El Barcelona, contra las cuerdas tras perder ante el Inter con gol de Calhanoglu (1-0)AFP
Segunda derrota del Barça en la fase de grupos de la Champions, esta vez contra un Inter de Milán al que le bastó un gol de Calhanoglu poco antes del descanso para conseguir un triunfo vital. La polémica está servida después de una clara mano de Dumfries en el tiempo añadido que el VAR no consideró penalti.

A veces, el fútbol es sencillo. Da igual cuánta posesión tengas, de cuántas ocasiones de gol dispongas, de cómo embotelles a tu rival. Se trata de conseguir un tanto más que el contrario. Ese era el plan de Inzaghi el de aguantar el juego asociativo del Barça. Y le salió a la perfección. Un derechazo desde la frontal de Calhanoglu al filo del descanso, muy ajustado al palo derecho de Ter Stegen, justificó un estilo basado en el contragolpe. Un catenaccio a lo moderno. La clasificación se le complica y mucho a los de Xavi Hernández con esta su segunda derrota tras la de Munich. 

Y eso que el encuentro empezó bien para los azulgrana. Casi siempre buscando a un eléctrico Dembélé por la derecha y a un punzante Marcos Alonso por la izquierda, con Pedri de faro creativo, sólo les faltaba encontrar a Lewandowski, muy perdido entre los centrales nerazzurri. El dominio era absoluto y sólo faltaba la guinda del gol. 

Claro que para eso hay que mirar al portero. Y enfrente estaba Onana, criado en La Masía, que apenas tuvo que intervenir viendo pasar el balón de un lado a otro pero sin que rondase sus dominios. 

En cambio, quien sí temblaba cada vez que el Inter se quitaba la presión de encima y se atrevía, mínimamente, a salir de su cueva, era Ter Stegen. De la primera se libró por un fuera de juego de Lautaro Martínez. Si no es por eso, el penalti por mano de Eric García era bastante claro. Y poco después fue Joaquín Correa quien sí marcó tras un carrerón desde medio campo... que resultó inútil. También estaba en posición antirreglamentaria en el inicio de la acción.

Pero cuando ya el meta alemán las vio venir negras fue cuando Calhanoglu agarró un balón en la frontal y lo ajustó tanto que hizo imposible su estirada. No dio tiempo para más porque el descanso ya esperaba a los jugadores. 

Esas manos de Fati y de Dumfries...

La charla de Xavi no surtió el efecto oportuno. Tampoco los cambios para alterar el marcador. Entró Ansu Fati por un desconocido Raphinha. Balde le dio frescura por esa banda izquierda. Y Dembélé siguió retando a Dimarco hasta que por fin lo rompió para conectar desde la línea de fondo con Pedri previo toque de Onana. El gol, sin embargo, fue anulado por una mano anterior de Fati. Aún quedaban más de 20 minutos por delante. 

Inzaghi lo vio claro. El rival apretaba y había que aguantar el 1-0 como fuese. Defensas al campo y a poner el cerrojo. El árbitro, como el del VAR, tampoco quisieron abrirlo porque no quisieron ver como infracción una mano de Dumfries dentro del área. Parecía clara, pero dejaron seguir para irritación de un Barça que ya no dio más de sí y que no puede fallar en la siguiente jornada, también ante el Inter pero en el Camp Nou.