El boom de Alcaraz, los dos Grand Slams de Nadal... 2022, un gran año para el tenis español

Alcaraz ha llegado para quedarse

La progresión de Carlos Alcaraz en 2022 ha sido meteórica. Comenzó el año en el puesto 32 del ranking, pero lejos de ir pasito a pasito abriéndose paso entre la élite, el murciano prefirió hacerlo a su estilo y derribar la puerta del estrellato a patadas, o en su caso más bien a raquetazos.

Cuatro títulos (incluyendo dos Masters 1000, en Miami y en Madrid) más un balance de 32 victorias y solo cuatro derrotas en los primeros cinco meses de la temporada hicieron que el de El Palmar llegara al verano con opciones reales de convertirse en el número uno mundial más joven de la historia, algo que lograría tras su espectacular triunfo en el US Open, donde se coronó como una realidad a sus 19 años.

Su tenis ofensivo y vibrante, sumado a su gran carisma tanto dentro como fuera de las pistas, hacen que ya sea un ídolo de masas para los aficionados y que tanto jugadores como entrenadores rivales se queden sin palabras para describir una de las mayores irrupciones que se recuerdan en este deporte.

Pese a que la segunda parte de la temporada no fue todo lo positiva que habría querido puesto que se juntaron tanto la presión de estar en la cima como una inoportuna lesión abdominal que nos privó de verle competir en las ATP Finals, Alcaraz no quiere que lo vivido en 2022 sea un espejismo y pretende ponérselo lo más difícil que pueda a sus rivales para conservar el cetro mundial, aunque pase lo que pase todo hace indicar que el joven español dará guerra en el circuito durante muchos años.

Nadal sigue ganándole sets al paso del tiempo

El caso de Rafa Nadal es un ejemplo para cualquier deportista. Pocas veces un jugador habrá sufrido tanto físicamente para mantenerse en la élite y menos veces todavía lo habrá hecho con mejores resultados.

Cuando él mismo se llegó a plantear su futuro como profesional por las lesiones que le han acompañado a lo largo de su exitosa carrera, el balear volvió a sacar fuerzas de flaqueza y arrancó el año con una tremenda racha de 21 victorias consecutivas, algo nunca logrado por él ni en sus años de juventud, lo que le llevó a ganar tres títulos, incluyendo el Abierto de Australia tras una histórica remontada ante el ruso Medvedev. Como no podía ser de otra manera, Roland Garros fue su territorio inexpugnable de nuevo y ahí, tras derrotar a cuatro jugadores del top 10 (Auger-Aliassime, Djokovic, Zverev y Ruud en la final), logró el récord de 22 Grand Slams ganados, más que ningún otro en la historia del tenis.

Pero como no todo puede ser positivo, los fantasmas de las lesiones volvieron para recordarle a Nadal sus 36 años. Cuando iba encaminado a llegar a la que habría sido su tercera final de un grande del año, una lesión en el abdomen en cuartos de final de Wimbledon ante Taylor Fritz hizo que, pese a que acabó ganando a pesar de no poder sacar bien, se tuviera que retirar de la hierba británica sin poder salir ni a la pista contra Kyrgios.

A partir de ese momento, la espectacular campaña que venía haciendo se truncó y solo pudo disputar nueve encuentros más (con un pobre balance de cuatro victorias y cinco derrotas, con evidentes problemas físicos), aunque pese a ello no se quiso perder el homenaje a su amigo e histórico rival Roger Federer en la Laver Cup, donde ambos protagonizaron una de las imágenes del año compatiendo lágrimas en la despedida del suizo del tenis profesional.

2023 es una incógnita para Nadal, aunque sería demasiado aventurado descartarle para continuar deleitando a los aficionados como lleva haciendo casi dos décadas. A pesar de todos sus problemas, sigue siendo el número dos de la clasificación mundial y lleva la friolera de 900 semanas consecutivas en el top 10, con lo que si algo nos ha demostrado el mallorquín es que su espíritu competitivo no tiene parangón en la historia del deporte, por lo que querrá exprimir al máximo el tiempo que le quede de buen tenis.

10 españoles en el top 100 de la ATP

Pese a contar con menos población y recursos económicos que otros países competidores importantes, España fue el segundo del mundo, junto con Francia, con un mayor número de tenistas que acabaron el año entre los 100 mejores del ranking.

Concretamente fueron 10: Carlos Alcaraz (1), Rafael Nadal (2), Pablo Carreño (13), Roberto Bautista (21), Alejandro Davidovich (31), Albert Ramos (39), Jaume Munar (58), Pedro Martínez (62), Bernabé Zapata (72) y Roberto Carballés (74), lo que supuso el quinto año consecutivo con al menos 10 jugadores entre los 100 mejores del mundo.

Tan solo Estados Unidos, con 13, puede presumir de tener una mayor representación en 2022, aunque ellos únicamente tienen a un jugador en el top 15 (Fritz, que es el noveno) por tres de España, mientras que uno de los mayores hitos en la historia tenística en nuestro país fue acabar el año copando las dos primeras posiciones de la ATP, algo que lograron Alcaraz y Nadal y que no se veía desde dos leyendas como Andre Agassi y Pete Sampras en el año 2000 (aunque ellos no acabaron el año en esos puestos).

De hecho, solo el país norteamericano puede presumir de haber conseguido este logro con John McEnroe y Jimmy Connors en 1982 y 1984, los propios Sampras y Agassi en 1994 y 1995 y Sampras y Michael Chang en 1996. Fin de la lista.

El buen hacer del tenis español cuenta con el hándicap añadido de no tener un Grand Slam que se dispute en el territorio peninsular, lo que siempre es un plus añadido de inversión económica para el país que lo organiza, por lo que pulir a los diamantes en bruto que surgen en cada generación y organizar torneos de menor entidad pero que sirven para desarrollar a los jóvenes como los Challengers (ya hay 15 confirmados en España para 2023) y los ITF (hubo hasta 34 en el circuito masculino en 2022) se hace más importante todavía.

14 títulos de jugadores españoles en 2022

Hasta 14 fueron las veces en las que un tenista español llegó al partido decisivo en un torneo del circuito ATP y regresó a casa con el trofeo en la maleta. Aunque la segunda mitad de la temporada no fue demasiado prolífica por los bajones que dieron tanto Nadal como Alcaraz, el año fue muy bueno para el tenis patrio pese a no poder igualar los 20 torneos que se ganaron en 2010 o los 17 de 2013 (cuando el de Manacor estaba al más alto nivel).

Seis españoles conocieron las mieles del éxito este año que está a punto de terminar y se repartieron los 14 títulos, con Alcaraz y Nadal como primero y tercero con más torneos ganados en 2022 (Djokovic también ganó cinco):

Alcaraz (5): ATP 500 de Río de Janeiro y Barcelona, Masters 1000 de Miami y Madrid y Grand Slam del US Open.

Nadal (4): ATP 250 de Melbourne, ATP 500 de Acapulco y Grand Slams del Open de Australia y Roland Garros.

Bautista (2): ATP 250 de Doha y Kitzbühel.

Carreño (1): Masters 1000 de Canadá.

Ramos (1): ATP 250 de Córdoba.

Martínez (1): ATP 250 de Santiago de Chile.

Hay cantera para el futuro

Cuando parecía que el tenis español iba a quedar como un solar cuando Nadal fuera víctima del irremediable paso del tiempo, no solo Alcaraz llegó para darle un relevo a Rafa en la tercera década del siglo XXI. Además, hay otros proyectos de jugadores llamados a pelear contra los mejores como es el caso de Martín Landaluce. 

El madrileño, que cumplirá 17 años el 8 de enero y ya debutó este año en el ATP 250 de Gijón, es el número dos del ranking de juveniles (y el más joven de los 30 primeros). Su 1,91 de altura unido a su gran calidad, que le ha hecho ganar 58 partidos del circuito junior (levantando seis títulos en todas las superficies, entre ellos el US Open de su categoría) y perder tan solo ocho hacen que pueda ser la próxima estrella española de la raqueta. Para ello, ya se ha trasladado a la Rafa Nadal Academy, con lo que podrá aprender de los mejores para, esperemos, codearse en el futuro con Alcaraz por levantar los trofeos más importantes.