El elixir de la eterna juventud, ese tesoro tan buscado en la ficción, debe existir realmente para algunos privilegiados porque, de lo contrario, hazañas como la que protagoniza día sí y día también el de Akron serían imposibles de vivir.
No es nada sencillo, casi utópico, mantenerse en la élite de un deporte con semejante exigencia física -con 82 partidos de temporada regular- y mental -con viajes y concentraciones constantes- casi rozando ya los 40 y después de 20 de carrera profesional. Que se lo pregunten, por ejemplo, a otra leyenda, en este caso del fútbol, como Cristiano Ronaldo, que el cinco de febrero cumplirá 38 años alejado, parece ser, de las grandes ligas.
Esa edad la tiene desde este penúltimo día de 2022 LeBron James, el que sigue siendo el gran faro que alumbra a la franquicia más gloriosa de la NBA, los Lakers. Aunque los angelinos ahora brillen menos, su declive sería aún mayor si cabe si no contasen con LeBron y sus 27,8 puntos por encuentro, 8,1 rebotes, 6,6 asistencias y 1,1 robos que promedia esta temporada. Y todos estos números, espectaculares ya de por sí, no digamos con 38 años, rozando el 50% de acierto en tiros de campo.
Basta recordar que hace justo ahora diez temporadas consiguió su último MVP con 26,8 puntos por partido a los que añadía 8 rebotes, 7,3 asistencias y 1,7 robos, jugando 2,2 minutos más de media y anotando, eso sí, un 56% de sus lanzamientos.
Así que si LeBron no está en la carrera por ser el Jugador Más Valioso de esta campaña, poco le debe faltar. O alguna tirria le tienen que tener a pesar de la mala temporada, otra más, de un equipo que lo ha dejado solo y abandonado a su suerte.
Pero su leyenda, al menos a nivel individual, sigue generando elogios y batiendo récords. Ahora, sin su compañero de fatigas Anthony Davis, nuevamente lesionado, el alero se ha vuelto a echar todo el peso angelino a sus castigadas espaldas: 31,8 puntos, 7,3 asistencias y 6,2 rebotes desde que el pívot se fue a la enfermería.
Historia por hacer
No sólo se le recordará como el jugador que cambió la historia de los Miami Heat y Cleveland Cavaliers, y volvió a convertir en campeones a los Lakers, sino que, seguramente, aparecerá en los libros de historia del baloncesto como el máximo anotador de todos los tiempos en la mejor liga del mundo. Está a 574 puntos de igualar a Kareem Abdul Jabbar. O lo que es lo mismo, a unos 21 partidos.
También, por cierto, podría igualar el récord de 19 nominaciones para el All Star del mítico pívot inventor del Sky Hook. Y acercarse, de ese modo, a avivar el debate de quién ha sido o es el mejor jugador de la historia de la NBA, si Michael Jordan o él mismo.
Lo que está claro es que LeBron James puede seguir soplando velas cada 30 de diciembre porque el tiempo no parece pasar por él. Feliz 38º cumpleaños