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El fuego cruzado entre el Barça y LaLiga se aviva en los juzgados sin un final previsible

Rafael Gómez
Joan Laporta, presidente del Barcelona
Joan Laporta, presidente del BarcelonaProfimedia
El Barcelona concreta la inscripción de Gavi con ficha del primer equipo gracias al aval de un juzgado. LaLiga guarda silencio mientras que el club culé sigue sin redimir un déficit de 200 millones de euros.

El fuego cruzado entre LaLiga y el Barça está más vivo que nunca. Un juzgado aprobó la inscripción de Gavi(19) cuando la entidad presidida por Javier Tebas decretó que el centrocampista andaluz no podía gozar de una ficha en el primer equipo por el incumplimiento de las normativas relacionadas con el fair play financiero. 

El cuadro culé consigna un triunfo en el escritorio y evita una catástrofe en el verano. Gavi es un jugador apetecido. Clubes como el Bayern, el Liverpool e incluso el Real Madrid han mostrado interés por él. Era mejor cerrar su ficha cuanto antes. El Barça lo ha logrado a través de una estrategia inteligente. 

Gavi, centrocampista del Barça
Gavi, centrocampista del BarçaAFP

Las oficinas del Camp Nou respiran un aire de felicidad. En LaLiga, en cambio, el entorno que custodia los movimientos financieros del Barça revisa (y revisará) cada paso en falso. Según la entidad, el club catalán exhibe un déficit financiero que supera los 200 millones de euros. 

El Barça intentó disminuir el margen con las salidas de Memphis (28) y de Bellerín (27). A ellas se suma el retiro de Piqué, quien cobraba un sueldo cercano a los dos millones de euros mensuales. El central catalán renunció a más de un año de contrato y, gracias a esa acción, el conjunto blaugrana encontró una respiración artificial. 

Las bajas invernales, pese a generar una tenue caída en el déficit, no son una reducción importante del mismo. 

El caso de Gavi no es el único lío que acecha a la directiva de Joan Laporta. Las renovaciones de Ronald Araujo (23) y de Iñaki Peña (23) no tendrán validez hasta que el Barça acate las indicaciones de LaLiga. 

A menos que la entidad blaugrana decida llevar las situaciones de Araujo y Peña a los juzgados. La participación de la ley, sin embargo, tampoco garantiza nuevas inscripciones en el primer equipo. Cada caso es diferente así exhiban algunos componentes similares.

El punto de quiebre

Todas las discusiones tienen un punto de quiebre que recoge sensaciones y se transforma en una crisis. El constante rifirrafe entre el Barça y LaLiga encuentra su momento álgido en verano. Las famosas palancas que le ingresaron al club más de 200 millones de euros son, en esencia, la gota que rebasa la copa. 

El ingreso que recibió el cuadro blaugrana fue destinado para reforzar la plantilla. Robert Lewandowski (45 millones de euros), Raphinha (58 millones de euros), Koundé (55 millones),  Pablo Torre (5 mil euros); Kessié (libre), Christensen (libre), Bellerín (libre) y Marcos Alonso (libre) aterrizaron en la Ciudad Condal. Algunos llegaron pedidos por Xavi. Otros por acercamientos entre agentes y el club. Lo relevante es que el equipo, después de dos años desastrosos, tenía sangre nueva. 

Robert Lewandowski en el Camp Nou
Robert Lewandowski en el Camp NouAFP

Los traspasos, sin duda, son superiores a los 200 millones que ingresó el club gracias a las palancas. He ahí el gran dilema de LaLiga. El fair play financiero suscita: todo equipo debe ingresar una cuantía similar o superior a la que recibe. El Barça no ha vendido de la misma forma que ha comprado. 

El segundo punto alegado por LaLiga es aún más complicado: El Barça superó el tope salarial impuesto por la entidad. El club por ahora no ha reducido su máximo. LaLiga, en ese contexto, maneja dos puntos fuertes que generarán bastante trabajo en las oficinas del Camp Nou.

La solución del caso exhibe dos opciones: una, la planteada por LaLiga. Si el Barça no redime su déficit, no inscribirá a nadie en el primer equipo. Otra, la que ocurrió en la mañana de este martes. Los juzgados son un tiro al aire. Es política. Puede salir bien, como puede terminar mal. El primer fragmento finiquitó de forma positiva para los blaugranas. LaLiga aún espera el cumplimiento del fair play financiero. 

Lo único cierto en medio de tanta incertidumbre es que el Barça, en la actualidad, no tiene permitido usar más palancas. No mientras termina de solventar las efectuadas en verano.