El conjunto balear tiene complicado abandonar los puestos de descenso antes de que termine la primera vuelta, aunque todavía está a tiempo, pero lo realmente importante será la posición de cada club en la jornada 42, una vez termine el curso 2022/23. La Unión Deportiva Ibiza tiene margen para revertir la situación, si bien Lucas Alcaraz, el tercer entrenador del club en la campaña actual, se enfrenta a una situación nada sencilla. 

El granadino firma por una temporada (con opción para otra más -se entiende que si cumple con el objetivo de la salvación-). Este mismo martes dirige su primera sesión de entrenamiento y también se presenta ante los medios de comunicación y ante su nueva afición (en la sala de prensa del estadio Palladium Can Misses).

Alcaraz lleva más de dos décadas en los banquillos, así que ha podido vivir experiencias de signos muy diferentes. Su trayectoria en España es muy amplia, tanto en Primera como en Segunda, aunque tampoco han faltado los destinos algo más exóticos (como el cargo en la selección de Algeria). Estuvo al frente del equipo de su ciudad antes del presente siglo, aunque regresó en la campaña 2012/13. Algo similar le ocurrió en el Recreativo de Huelva, ya que disfrutó de dos etapas diferentes (una menos que en el Almería).

Siete descensos en su currículo

El nuevo entrenador del Ibiza tendrá que trabajar mucho para evitar el que sería el octavo descenso de su carrera deportiva. Ya lo hizo en Segunda B al frente del club con sede ahora en el Power Horse Stadium y otra vez en la división de plata, en el Albacete, hace tan solo dos temporadas. Las cinco veces restantes tuvieron lugar en la máxima categoría del fútbol nacional (un par de veces con el Recre, una en el Murcia, otra en el Levante y la última en el Granada).

De justicia es recalcar también que saboreó el dulce sabor del ascenso tanto en el club onubense como en el conjunto murciano, aunque la última vez que lo consiguió fue en la temporada 2006/07, hace ya más de 15 años. Lejos queda aquello para Alcaraz porque últimamente ha sido una solución de urgencias en situaciones similares a la que viven ahora los baleares. Reto mayúsculo de cara a los próximos meses de competición.