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El juego con los pies de Unai Simón abre el debate sobre si es más audacia o temeridad

AFP
Simón está arriesgando con el balón en los pies durante todo el Mundial.
Simón está arriesgando con el balón en los pies durante todo el Mundial.AFP
Audaz para unos y temerario para otros, el gran debate de España en Catar 2022 gira en torno a los riesgos que asume el portero Unai Simón (25) jugando con los pies, un recurso al que se niega a renunciar el técnico Luis Enrique.

España, que disputará este martes los octavos de final ante Marruecos, viene de recibir una dura llamada de atención en el último choque de la fase de grupos ante Japón.

España terminó la primera mitad con una sensación de superioridad y una ventaja de 1-0 que la mantenía en el primer lugar del Grupo E, pero todo cambió tras el descanso a raíz de una arriesgada maniobra de Simón.

Presionado en su área, el guardameta del Athletic de Bilbao se negó a despejar la pelota y envió un comprometido pase al joven lateral Alejandro Balde, que falló en el control y facilitó que Ritsu Doan empatara el marcador con un trallazo lejano.

No era la primera vez que los jugadores españoles perdían el balón en las inmediaciones de su portería al tratar de sacarlo jugando.

En otra de esas acciones que aceleran el corazón de sus aficionados, Simón recibió la pelota en el área pequeña y tampoco dio una patada larga aunque era acechado por el delantero Daizen Maeda.

Tras varios segundos dubitativo, el arquero vasco hizo un recorte impreciso y se le escapó la pelota hacia atrás, aunque llegó a tiempo para mandarla a un compañero a la banda.

Japón culminó la remontada 2-1 y España llegó a estar virtualmente eliminada durante algunos minutos hasta que Alemania la rescató con su triunfo en el otro partido ante Costa Rica.

Ante la prensa, un irritado Luis Enrique reconoció que su equipo sufrió un "colapso" ante el asedio japonés que a punto estuvo de costarle la clasificación.

El extécnico del Barcelona, inmune a las críticas que le piden un plan B para estas situaciones, descartó acometer los ajustes defensivos que muchos aficionados y periodistas le demandan en nombre de la prudencia.

"Todos los equipos que salimos jugando desde atrás corremos riesgos, pero ahí está la gracia. Lo he visto, como todos", dijo Luis Enrique después de que su portero regalara varias pelotas a sus rivales en el empate 1-1 ante Alemania.

"Es parte del fútbol"

Tanto en su etapa en el Barcelona como en la selección, el técnico se mantiene fiel al estilo conocido como 'tiki taka', basado en los pases cortos y la máxima posesión posible, pero con una mayor tendencia a la verticalidad que sus predecesores.

La pizarra de Luis Enrique exige que el portero participe activamente en la fase ofensiva y genere superioridades en su campo.

Ante Alemania, Simón fue el séptimo español que más balones tocó con 59, superando incluso al generador de juego del medio campo, Sergio Busquets (52).

Los inevitables errores del portero, y sus eventuales consecuencias en el marcador, tienen para Luis Enrique un costo menor que los beneficios de este estilo a largo plazo.

"Si Unai no jugase bien con los pies no sería portero de la selección", zanjó durante el torneo. "Maneja todos los registros que se necesitan y tiene un alto porcentaje de aciertos. Es un portero de altísimo nivel".

"¿Que alguna jugada supone algún susto para el corazón? Bueno, también forma parte del fútbol", apuntó. "Cuando el rival nos presiona, tiene que correr 40 metros para presionar a Unai. Si conseguimos dar cuatro o cinco pases tienen que volver. ¿Sabéis lo desesperante que es eso? Es una de nuestras armas, parte de nuestra filosofía. Me gusta ganar con el estilo con el que creo que somos mejores".

Esta extrema idea de juego es fiel reflejo del propio carácter de Luis Enrique, una figura divisiva desde su época de futbolista, pero con un carisma como entrenador que une a sus vestuarios.

En el de España, todos son adeptos a sus consignas, Unai Simón el primero. "Es la idea que quiere el míster, que a mí me ha convencido y me encuentro cómodo con ella", repite el arquero a las preguntas sobre su juego con los pies.

"Entiendo que cuando el portero tiene el balón controlado con un delantero a tres metros, se puede generar una situación de tensión. Y va a ir aumentando con la presión de los partidos eliminatorios", dijo Simón previniendo a los aficionados españoles de las emociones fuertes que pueden darse el martes.