El Liverpool de Klopp, un nuevo punto de quiebre en la temporada del Real Madrid
La vida entrega segundas oportunidades...O terceras...O cuartas. Por cuarta vez en los últimos cinco años, el Liverpool de Jürgen Klopp vuelve a cruzarse con el Real Madrid. No ha alcanzado a cumplirse el año desde el último encuentro entre merengues e ingleses.
En mayo, el solitario gol de Vinicius Jr a pase de Federico Valverde liquidó al Liverpool. El grito estremecedor de las gradas. La felicidad del banquillo de Carlo Ancelotti. La tristeza de Jürgen Klopp. Las lágrimas de Mohamed Salah y el consuelo de Modric.
"Ya. Ya. Lo intentarás otra vez". Le dijo el croata al egipcio en las vísperas del verano parisino. La Champions permite que las lágrimas de Salah puedan redimirse. Primero Anfield, en febrero. Después el Bernabéu, en marzo, vivirá otra de esas noches que enamoran a los aficionados del fútbol.
De las vísperas del verano parisino al cierre del otoño han pasado seis meses. En un semestre el Liverpool cambió piezas de encaje de su columna vertebral. El primer gran movimiento que sufrió el cuadro británico fue la baja de Sadio Mané.
Una fractura
La salida de Mané del Liverpool fue una fractura. El Liverpool, sin él, no es el mismo. Perdió poder ofensivo. Carece por momentos de destreza.
El senegalés cambió Anfield por el Alianz Arena de Munich. Con su partida, Klopp dejó ir a un generador de juego constante, agresivo, eficaz. La velocidad del africano es bien recibida en el Bayern, que también conoce el sentimiento que genera el hecho de dejar ir una pieza de la columna vertebral.
El espacio de Mané ha sido ocupado por Luis Díaz (25). El colombiano, que despliega agresividad, magia y talento, no sustituye los casi 20 goles que promedió el africano en seis temporadas bajo la tutela de Klopp. Díaz, que en la actualidad se encuentra lesionado, registra 4 goles y 2 asistencias en 12 partidos disputados. Una marca aceptable que no se acerca a la de su antecesor.
Además de Díaz, Roberto Firmino y Diogo Jota han intentado suplir sin éxito la baja del africano. Darwin Núñez se establece en el once inicial. Costó más de 80 millones de euros. El ariete completa, hasta el momento, 7 goles y 3 asistencias en su primera campaña como red.
Las lesiones
Al igual que el Real Madrid, el Liverpool se ha visto afectado por el ajustado cronograma. Los partidos constantes son un factor común en la Premier. Ante la cercanía del Mundial de Catar 2022, el club de Anfield ha perdido a casi la mitad de su plantilla entre lesiones.
Arthur, Keita, Luis Díaz y Diogo Jota se encuentra en este momento en la lista de jugadores que presentan inconvenientes físicos. Por la enfermería red también han pasado Virgil Van Dijk, Thiago, Roberto Firmino. Klopp, en ese contexto, cuestiona con firmeza la realización del Mundial de Catar.
El entrenador teutón no esconde su malestar por el evento, que empezará a finales de noviembre.
El relevo generacional
Las lesiones no son la única inquietud que asusta al Liverpool. El relevo generacional es, en escencia, un verdado problema para los británicos. La escuadra ve como Van Dijk, Salah, Firmino, Matip, Fabinho, entre otros, rozan los 30 años.
Las renovaciones en el mundo del fútbol se traducen a dos palabras: negociaciones y desgaste. Los deportistas que superan ese rango de edad presentan una renovación anual. Al final de cada temporada, acorde a rendimiento, se decide si cuentan con las características suficientes para continuar por año más.
La edad es un problema que, tarde o temprano, generará dudas.
La planificación de la temporada tendrá un giro de 180 grados. En enero arranca una nueva partida. Si bien las lesiones, la renovación generacional y la ausencia de Mané son los tres problemas que enviaron al Liverpool lejos de los primeros lugares de la tabla de la Premier League, el club presenta un factor que, en general, se aleja de la realidad del fútbol: el tiempo.
Klopp recorre, en ese contexto, un cierre de año que le entregará cierta paz. El parón de noviembre es una oportunidad para darle la vuelta a una temporada adversa, que no ha empezado bien para el club. Falta mucho para el final. Y si algo conoce a cabalidad el Liverpool es el elemento sorpresa. Lo ejerció ante el Barcelona, en aquella fatídica noche culé del 2017.