En esta XXX edición de este prestigioso torneo alevín (sub12), el conjunto blanco derrotó en un Miniclásico a los azulgrana para inscribir de nuevo su nombre en el palmarés.
Un éxito que llegó gracias, en gran parte, a Alberto Ruiz, máximo goleador con 9 tantos, y proclamado también mejor jugador. Fue él quien anotó la diana con la que el Madrid eliminó al anfitrión, el Villarreal, en su semifinal.
Quim y Willie, por su parte, lideraron al Barça en la suya ante el Betis, al que derrotaron por 2-0 para colarse en la gran final.
Y ahí, en la séptima final que protagonizaron ambos, fueron los madridistas los que se llevaron el gato al agua. Ruiz sacó un córner que remató Mikel para abrir el marcador en la primera mitad.
En la segunda, el propio Alberto Ruiz hizo de las suyas, como en varias ocasiones a lo largo del evento, y condujo la pelota hasta llegar al mano a mano con el portero y batirle de tiro cruzado. Potencia, velocidad y disparo, todo en uno para sentenciar la final y darle al Real Madrid su cuarto campeonato tras los de 1999, 2000 y 2019.