Allá por julio de 1776, las Trece Colonias norteamericanas declararon su independencia del imperio británico tras décadas de sometimiento. Lo que acabó siendo el embrión de los Estados Unidos le perdió el respeto reverencial a su metrópoli y comenzó una nueva vida en libertad.

En el Mundial de Catar de 2022, el técnico de los norteamericanos, Gregg Berhalter, había avisado en la previa de que la calidad de los suyos era tal que, en un día bueno, podrían imponerse a cualquiera. Esto se había comprobado en la primera parte de su partido ante Gales, en la que mostraron un ímpetu y un nivel inesperado que les hizo ir por delante en el marcador hasta acabar sin gasolina en la segunda mitad y quedar a merced del equipo de Bale, que acabó consiguiendo el empate.

Los Tres Leones dominaron de inicio 

Puede que por ese motivo, ante Inglaterra el inicio fue mucho más prudente y ordenado, dejándoles a los de Gareth Southgate el lógico dominio del tempo y la escena y poniendo en tela de juicio la habitual crítica por su falta de rigor táctico que se suele hacer a los yanquis. De hecho, el 4-3-3 del día del debut pasó a ser un conservador 4-4-2. Las galopadas y ataques fulgurantes ante Gales pasaron a ser tímidos pero seguros avances hacia la portería de Jordan Pickford, con una clara intención de no desordenarse en ningún momento para que no les sucediera lo mismo que a Irán, que se llevó la primera paliza del Mundial en el 6-2 del pasado lunes con el que Inglaterra avisó de sus intenciones de triunfo en Catar.

En un principio, los Tres Leones se aprovecharon de este, quizás, excesivo respeto y no tuvieron que hacer gran cosa para plantarse en el área rival, aunque sin peligro salvo en una ocasión de Harry Kane tras una buena combinación entre Saka y Bellingham que el delantero del Tottenham (titular tras el susto ante Irán) culminó, pero su disparo se encontró con la providencial pierna de Zimmerman.

Estados Unidos se lo creyó y fue a por el partido

Poco a poco y como sucediera hace casi dos siglos y medio, el respeto se fue trasformando en determinación por parte de Estados Unidos. Al ver que no estaban sufriendo prácticamente nada, les dio por buscarles las cosquillas a sus adversarios. Y estuvieron a punto de lograrlo, primero con un disparo de McKennie que se fue alto y, sobre todo con un latigazo de Pulisic que solo el larguero pudo detener.

Las guerras tienen sus distintas batallas e incursiones, y el arte de golpear cuando menos se lo espera el enemigo es vital. Cuando mejor se encontraban los de las barras y estrellas, los británicos les recordaron antes del descanso quién inventó el fútbol y bien pudieron adelantarse en cuestión de dos minutos gracias a dos disparos de Saka y de Mount, pero no lo lograron y se llegó a la tregua del descanso con máxima igualdad aunque con los americanos por delante en cuanto a sensaciones.

En ocasiones, los 15 minutos de refresco pueden hacer que los modestos tengan demasiado tiempo para pensar y que les entre el vértigo ante la posibilidad de poder dar la campanada. Esto no sucedió en el Estadio Al Bayt puesto que, tras la reanudación, el monólogo norteamericano fue apabullante durante la primera media hora, aunque su falta de pólvora en la delantera hizo que no se pudiera traducir en goles.

Inglaterra pareció dar por bueno el empate

Por su parte, Southgate no lo vio nada claro e intentó agitar el avispero metiendo a Henderson, Grealish y Rashford, lo que al menos les hizo a los suyos recuperar un poco el control del balón aunque con un dominio estéril. Estas sustituciones lograron el objetivo de detener el empuje yanqui, pero tampoco hicieron que los ingleses mejoraran en gran medida en ataque salvo en una vuelta a los inicios del fútbol británico, donde Kane tuvo el gol de la victoria pero su cabezazo tras una falta lateral en el tiempo añadido se fue desviado.

De este modo, en una segunda parte un tanto descafeinada, ni unos ni otros pudieron celebrar ningún gol y serán los decisivos Gales-Inglaterra y el morboso Irán-Estados Unidos del próximo martes los que decidan qué equipos pasarán a octavos de final en el Grupo B. Inglaterra ve frenado su gran inicio de Mundial y sigue sin ganar a Estados Unidos en un Mundial tras tres enfrentamientos. Los norteamericanos, por su parte, demuestran que su nivel es cada vez más alto y que ya pueden competir contra las selecciones europeas, algo impensable hace años. 

Jugador Flashscore del partido: Pulisic.

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