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Los Kansas City Chiefs reciben sus anillos de campeones de la Super Bowl LVIII

Miguel Baeza
Patrick Mahomes, junto a su esposa, antes de la celebración.
Patrick Mahomes, junto a su esposa, antes de la celebración.Profimedia
Más de cuatro meses después de su victoria sobre los San Francisco 49ers 25-22, los de Misuri ya tienen la prueba de su bicampeonato.

En el deporte profesional americano ganar consta de dos partes. La primera es vencer en el partido y levantar el título sobre el terreno de juego o la cancha. La segunda, casi más esperada que su antecesora, consiste en colocarse un extravagante anillo en el dedo que certifica definitivamente tu gesta deportiva.

Pues esa última conmemoración la vivieron anoche los Kansas City Chiefs gracias a su triunfo del pasado 11 de febrero, sobre los 49ers, en la Super Bowl LVIII. Aprovechando el final del minicampamento obligatorio previo al training camp de pretemporada, la franquicia de Arrowhead organizó un evento privado en el que agasajó a sus jugadores por la consecución del campeonato.

Algunos de ellos, como Patrick Mahomes y Travis Kelce, o el entrenador Andy Reid, festejaron por partida doble, puesto que fueron artífices del sonado back to back que no se veía en la NFL desde que lo lograran los New England Patriots de Tom Brady en 2004 y 2005.

Con esta celebración, los Chiefs cierran el ciclo de su tercer anillo en cuatro años, y el cuarto de la historia del equipo, con lo que establecen una dinastía a la altura de los mejores conjuntos de todos los tiempos en la liga de fútbol americano.

¿Cómo es el anillo?

El auténtico protagonista de la noche fue el anillo, una compleja obra de joyería elaborada por la empresa Jostens, especializada en este tipo de encargos. 505 diamantes redondos, 19 diamantes rectangulares, cinco diamantes marquise y 38 rubíes destacan en la composición.

Los detalles son prácticamente innumerables, puesto que abarcan desde el número del jugador, la parte superior en forma de balón o los cuatro Trofeos Lombardi de la franquicia, hasta el resultado de la final, pasando por los 70 diamantes que componen la palabra 'CHAMPIONS' evocando los 70 puntos anotados por los de Reid en sus tres compromisos de Playoffs. Dentro se encuentra el diagrama de la jugada con la que ganaron la Super Bowl LVIII en la prórroga.

Y, como no podía ser de otra forma, la inscripción 'BACK-TO-BACK' resalta en uno de los laterales, justo el opuesto a aquel en el que aparecen los nombres de cada uno de ellos. Sin duda, un recuerdo imborrable y muy costoso -entre 70.000 y 100.000 euros- gracias a sus 14,8 kilates totales.