Resumen del partido
El Trofeo Algarve supuso el reencuentro de los excompañeros del Real Madrid Cristiano Ronaldo y Ángel di María, y aunque el capitán de Portugal afirma que el fútbol europeo ha perdido calidad con el verano de gastos estratosféricos de los saudíes, la primera parte demostró que los campeones de liga portugueses siguen teniendo ventaja, a pesar del susto inicial.
Roger Schmidt alineó a Vlachodimos, Bah, António Silva, Morato, Jurasek, Kokçu, João Neves, Rafa, Di María, David Neres y Gonçalo Ramos. Por su parte, Luís Castro optó por las dos armas más fuertes de la plantilla: Ronaldo y el refuerzo Brozovic.
Nada más sonar el silbato, Abdulrahman Ghareeb recogió el balón, dejó atrás a varios defensas y sirvió el disparo de Talisca, desviado por João Neves, que se marchó rozando el poste. El brasileño volvió a ser protagonista al liberar en profundidad a Ronaldo, que llegó con la cabeza al balón, pero se encontró con Vlachodimos.
Tras un inicio de partido abierto, las Águilas se estabilizaron y sumaron ocasiones, sobre todo una de Rafa, que desperdició una ocasión increíble en el área tras un centro de Jurasek, el lateral recién fichado. Olía a gol y llegó, en el minuto 23, de la varita de un mago. Di Magia combinó con Rafa por la derecha, entró en el área, se deshizo de un defensa y picó el balón para batir a Al Aqidi.
El gol hizo temblar los cimientos saudíes. Poco después, el ataque del Benfica disfrutaba de muchos espacios y Rafa dejó solo a Gonçalo Ramos, que también elevó el balón por encima de Al Aqidi, para hacer el 2-0.
Ronaldo trató de inspirar a sus compañeros con otro disparo que se marchó desviado y, en el otro área, otro error, otro gol. Un fallo en la salida dejó el balón a los pies de Bah, el lateral sirvió a Gonçalo que dominó y disparó cruzado para hacer el 3-0.
El partido parecía bajo control y fue entonces cuando se produjeron los errores. En una pérdida de balón en el centro del campo -y con un error posicional de Jurasék-, Talisca se lanzó al ataque en superioridad numérica y habilitó a Al Ghanaam que, pese a un cierto despiste, armó un remate indefendible al ángulo de la portería de Vlachodimos, haciendo el 3-1 con el que se llegó al descanso.
Sin medias tintas, entre otras cosas porque el viernes hay otro partido de preparación, Roger Schmidt quitó a 11 y puso a 11. Para la segunda parte entraron Samuel Soares, João Victor, Tomás Araújo, Lucas Veríssimo, Ristic, Florentino, Chiquinho, João Mário, Aursnes, Musa y Schjelderup.
Los suplentes tenían hambre de balón y, aun sin apretar demasiado el acelerador, se lo ponían difícil a los saudíes. Estos, por su parte, amenazaron en una combinación entre Ronaldo y Talisca en el área, en la que el portugués sirvió al brasileño, quien disparó muy desviado en zona peligrosa. El Benfica respondió con eficacia: en el siguiente ataque, Ristic tiró fuerte y raso, el portero despejó y Schjelderup, en boca de gol, aprovechó el rechace para anotar el cuarto.
Hubo algunas ocasiones de calidad para aumentar la cuenta. Ristic empezó a prometer una lucha cerrada con Jurasék por el puesto de lateral izquierdo. El serbio sacó un buen centro y Musa remató por encima en lo que podría haber sido el quinto gol.
En el otro área, Cristiano Ronaldo tuvo una ocasión para lucirse, tras un pase de Gharreb, pero fue eclipsado por un buen despeje de Samuel Soares. El Benfica también se permitió el lujo de desperdiciar ocasiones en los instantes finales, en lo que podría haber sido un resultado catastrófico para los que dicen que "Europa ha perdido mucha calidad" y que la liga portuguesa es "buena, pero no top".