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Xabi Alonso, el estratega que aprendió de los mejores y ya es un héroe en Leverkusen

AFP
Xabi Alonso celebra el título.
Xabi Alonso celebra el título.AFP
Fue dirigido por algunos de los mejores técnicos del planeta y este domingo hizo historia al conquistar la Bundesliga, aunque aún tiene hasta tres retos por delante en las siguientes semanas: la Copa, la Europa League y mantener la condición de invicto.

El 20 de mayo de 2017, Xabi Alonso jugó por última vez, a los 35 años. Fue en la jornada 34 del campeonato alemán y defendía los colores del Bayern Múnich. Unos 75.000 espectadores se desplazaron al Allianz Arena por aquel entonces.

¿Se imaginaba que siete años más tarde sería él quien pondría fin a una hegemonía de once años de campeonatos nacionales del conjunto bávaro (2013-2023)?

Algo es seguro: cuando llegó al Bayern en 2014, deseaba aprovechar sus últimos años en activo para estar en contacto con Pep Guardiola y pensar ya en su futuro en los banquillos.

"He intentado ser curioso sobre el trabajo de entrenador, no solamente jugar. He buscado ser cercano a ellos. Me preguntaba ya dónde estaría años más tarde", confesó Alonso en diciembre en una entrevista a varios medios, AFP entre ellos.

Su padre como inspiración

Campeón de Europa (2008 y 2012) y del mundo (2010) con España, Xabi ganó también la Liga de Campeones con el Liverpool (2005) y el Real Madrid (2014), además de los campeonatos nacionales de España y Alemania.

Natural de Tolosa, tuvo una carrera como jugador siempre en contacto con grandes preparadores.

Antes de llegar a Baviera, contó en su última temporada en el Madrid con la dirección de Carlo Ancelotti, con quien se reencontraría en Múnich en su última temporada en activo.

Xabi Alonso, eufórico.
Xabi Alonso, eufórico.Reuters

Pero su primera fuente de inspiración dice haberla recibido de su padre, Periko, exinternacional español a principios de los años 1980 (20 partidos). De pequeño, Xabi le miraba preparar los partidos cuando estaba a la cabeza del equipo reserva de la Real Sociedad, a principios de los años 1990.

Es precisamente en el club de San Sebastián donde dio sus primeros pasos en el banquillo, también con el segundo equipo, después de haber entrenado a equipos juveniles del Real.

"Xabi Alonso siempre ha sido un estratega, sobre el campo estaba siempre en el centro. En aquella época tenía esa visión. Sabía también cómo reaccionaban sus compañeros y adversarios", recordaba en una entrevista reciente a la AFP su excompañero Philipp Lahm, quien colgó las botas en el mismo momento.

Una parte de "intuición"

Sin querer quemar etapas demasiado rápido, el guipuzcoano estudió entonces las ofertas que le llegaron, y finalmente se decantó por la del Leverkusen, en aquel momento en la parte baja de la tabla a comienzos de la temporada 2022/23, tirando un poco "de intuición".

Tratando de recurrir a lo aprendido durante la época en Baviera, desde su primera toma de palabra ha hecho el esfuerzo de hablar en alemán, como hiciera Guardiola.

Con una calma notable ante la prensa, a veces deja aflorar los nervios en la zona técnica al borde del terreno de juego, para dar instrucciones y dar rienda suelta a la alegría, como en las ocasiones en las que su equipo ha remontado in extremis esta temporada. Él mismo ha reconocido que siente nostalgia respecto a su trayectoria dentro de los terrenos de juego.

"No debería decirlo, pero sí. Lo echo de menos cuando preparo los partidos y cuando estoy al borde del terreno", dice Alonso, quien se declara "vasco, totalmente vasco, ahora con mucha influencia germánica".

Partidario de dejar libertad a sus jugadores sobre el verde, considera no ser "un fundamentalista que pida a éste que juegue de esta manera o que diga que esta es la única forma de jugar", inspirándose del maestro Ancelotti a nivel de gestión humana.

Siguiendo los pasos que le marcan su carácter de estrategaanunció a finales de marzo que seguirá en Leverkusen la próxima temporada. En vez de reemplazar a Klopp en el Liverpool, tratará de igualar en Bundesliga lo logrado por el citado Jürgen en 2011 y 2012, cuando a los mandos del Dortmund logró dos títulos de campeón contra el cuadro muniqués.