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La prensa italiana critica a Gil Manzano: "Demasiado permisivo e incoherente"

Daniel Núñez
Gil Manzano atiende las protestas de Mike Maignan
Gil Manzano atiende las protestas de Mike MaignanGABRIEL BOUYS / AFP
El árbitro español se encargó de dirigir la ida de las semifinales de la Champions League, un derbi de Milán que se llevaron los que actuaban como visitantes, que protagonizaron una primera mitad espectacular.

Jesús Gil Manzano (39) tuvo la oportunidad de estar al frente en una cita de altura. Se le encomendó la tarea de impartir justicia en un duelo apasionante, no sólo por lo que había en juego, ni más ni menos que el billete a la final de la máxima competición europea, sino por ser el partido estrella de la región de Bérgamo. Hubo espectáculo desde los minutos iniciales, con un Inter que rindió de forma sobresaliente e incluso pudo sentenciar su pase al partido decisivo, que se disputará en Estambul.

El colegiado no vivió la mejor de sus noches, principalmente porque señaló un penalti de Simon Kjaer sobre Lautaro Martínez que era inexistente. El argentino se dejó caer cuando tenía una buena oportunidad para rematar. Juan Martínez Munuera le avisó desde el VAR y el pacense acudió al monitor para corregir su error y, de paso, quitarle la amonestación al central danés. Los ahora cuarto clasificados de la Serie A ya ganaban entonces por 0-2 y habían tenido alguna ocasión clara para poner el 0-3.

El entrenador del Milan, Stefano Pioli, criticó el "doble rasero" de Gil Manzano. Además, los dos principales periódicos de Italia también se mostraron muy rotundos en sus crónicas y análisis. Corriere dello Sport apunta que fue "demasiado permisivo" en "el partido más importante de su carrera". Este medio, que le da el aprobado raspado, tampoco deja pasar el hecho de que, entre otros debes, Théo Hernández y Denzel Dumfries merecieron ver hasta dos amarillas. Se fueron libres de castigo.

Gazzeta dello Sport, por su parte, valoró con un 5,5 sobre 10 puntos, pero destaca que algunas de sus apreciaciones fueron "incoherentes". Por supuesto, se centran en la pena máxima señalada de forma equivocada y en otras acciones menos trascendentes. Consideran también que debió sacar algunas tarjetas más. Tardó 46 minutos en mostrar la primera (a Krunic y Mkhitaryan prácticamente a la vez) y, en total, no pasó de tres (el canadiense Tomori vio la otra). Menos, sin duda, de lo que podía esperarse.

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