Cinco años después de fichar por el Real Madrid procedente del Oporto por 50 millones de euros (54,27 millones de dólares), Militao estaba en su mejor momento y era considerado uno de los mejores defensas del mundo, titular indiscutible tanto con el Real Madrid como con Brasil.

Sin embargo, mientras yacía en la cama de un hospital preparándose para someterse a una operación para reparar una rotura del ligamento cruzado anterior (LCA), Militao sólo "soñaba" con cumplir el plazo de recuperación estimado de unos 10 meses antes del inicio de la Copa América 2024.

Sin embargo, el jugador de 26 años superó las expectativas y se recuperó antes de lo previsto, reanudando los entrenamientos a pleno rendimiento siete meses después de la operación y reincorporándose a la actividad con su club a finales de marzo.

Afirmó que "ni en sus mejores sueños" se habría visto en la posición en la que está ahora, con las botas puestas tras haber participado en el entrenamiento del Real Madrid unos días antes de la que será su segunda final de la Liga de Campeones.

"Me siento como si estuviera viendo una película", dijo Militao a Reuters el lunes, mientras el Real Madrid se prepara para enfrentarse al Borussia Dortmund el sábado en Wembley.

"La lesión llegó en un momento en el que me sentía muy bien, a nivel físico y mental. Ahora parece que todo ha pasado muy rápido, ¿verdad? Pero para mí, después de haber pasado por ese periodo, fue muy difícil y doloroso.

"De repente te ves obligado a dejar de hacer todo lo que estás acostumbrado a hacer en tu rutina y estás en casa sin poder hacer cosas sencillas por ti mismo, teniendo que depender de la ayuda de los demás para levantarte, para ducharte... Como atleta, fue una experiencia humillante...".

Militao dijo que la soledad y el aislamiento fueron sus mayores enemigos durante los momentos más oscuros al principio de su recuperación. Fue entonces cuando se apoyó en su familia, que le ayudó a ver las cosas con otra perspectiva.

"Si estás ahí solo y centrado al 100% en la lesión, parece que acabas volviéndote un poco loco", dijo.

"La salida fue apreciar las cosas buenas que saqué de ese tiempo, como pasar más tiempo con mi familia... Y de repente, unos cinco meses (después de la operación), cuando ya estaba incluso bromeando con que ya no era futbolista, me sorprendí a mí mismo volviendo a hablar de balón.

Empecé a bromear con mi fisioterapeuta sobre la posibilidad de jugar un par de partidos más adelante en la temporada... quizá tres...". Sólo pensaba en recuperarme sin contratiempos...".

La recuperación de Militao ha dejado al entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, con una decisión complicada. El italiano ha utilizado en defensa a Aurelien Tchouameni, centrocampista de contención, y a Nacho, junto a Antonio Rüdiger, después de que tanto Militao como David Alaba sufrieran sendas roturas del ligamento cruzado anterior a principios de temporada.

Con Tchouameni de baja por una lesión en el pie, Ancelotti debe decidir entre el brasileño y el español Nacho, de 34 años, que ha protagonizado una campaña estelar, logrando un puesto en la lista provisional de España para la Eurocopa 2024.

La titularidad en la final del sábado no preocupa a Militao, que agradece volver a estar en condiciones de ayudar a su equipo a conquistar su 15ª Liga de Campeones, todo un récord.

"Ni en sueños podría estar disponible para jugar otra final de la Copa de Europa nueve meses después... Es una locura", dijo Militao con una sonrisa.

"Insisto, ni en mis mejores sueños. Me siento preparado y al 100% si me llaman para ser titular".