Copa América 2024 | México roza el desastre y demuestra no tener proyecto a dos años del Mundial

México se asoma al abismo en la Copa América y carece de proyecto a dos años del Mundial

México se la juega en la Copa América.
México se la juega en la Copa América.PATRICK T. FALLON / AFP
Antes del primer partido de esta Copa América frente a Jamaica, los jugadores de la selección mexicana de fútbol recibieron en su hotel de concentración la visita sorpresa del Grupo Frontera, una afamada banda de música regional en el país, quien les ofreció un pequeño concierto privado que se hizo viral en redes sociales. 

Luego, tras el primer triunfo ante los Reggae Boyz y previo al encuentro contra Venezuela, los líderes de México, incluido el lesionado Edson Álvarez, se reunieron con los directivos del Tri para hablar sobre los premios que los futbolistas obtendrían por su desempeño en la competición.

Además, desde el inicio del periplo mexicano en Estados Unidos se hizo habitual ver los rostros de los familiares de los jugadores en los hoteles de concentración de la selección. Se los puede ver sonrientes de la mano de los futbolistas, saliendo sonrientes de los ascensores, tomándose selfies en el lobby o tomando algo en el bar.

Últimos resultados de México.
Últimos resultados de México.Flashscore

La era de Gerardo 'Tata' Martino provocó dolor en una fiel afición que siempre se queda con las manos vacías, pero también hartazgo al interior del seno de la selección que, una vez que el argentino dejó su puesto, los jugadores fueron muy claros con los directivos: no más disciplina casi militar en las largas concentraciones como la que imponía el argentino.

Entre otras cosas referentes al negocio millonario que hay alrededor de la selección, esa petición de ambiente relajado solicitado por los jugadores pesó para que los directivos dejaran de lado a Marcelo Bielsa, quien después del último Mundial estaba sin trabajo y se había mostrado dispuesto a ser entrenador del Tri. 

Una dolorosa derrota

La llegada de Jaime Lozano, después de una raquítica era del argentino Diego Cocca, fue una buena noticia para los involucrados directamente con la selección: los jugadores tuvieron las concentraciones relajadas con sus familiares en los hoteles de concentración y los directivos un perfil más a modo para sus intereses económicos.

Lozano, un exjugador de la propia selección que se quedó sin ir al Mundial de Alemania 2006 después de una extraordinaria eliminatoria, fue nombrado de manera oficial entrenador del Tri el 10 de agosto de 2023, tras un breve interinato en el que consiguió el título de la Copa Oro. La noticia fue, en general, un jarro de agua fría para la afición mexicana que esperaba un cambio radical y de base, de la mano de un entrenador de renombre.

Y aunque algunos quisieron darle el beneficio de la duda, su paso como entrenador se ha visto marcado, sobre todo, por una cuestión preocupante que ha quedado de manifiesto en la adversidad, un estado emocional con el que históricamente ha convivido la selección mexicana: su incapacidad para reinventarse en medio de un partido y tratar de mostrar algo diferente. 

Una racha más negativa que positiva.
Una racha más negativa que positiva.Flashscore

Tras la histórica victoria venezolana del pasado martes -la primera frente al seleccionado azteca en 14 partidos disputados-, Fernando 'Bocha' Batista, técnico de la Vinotinto, dijo en rueda de prensa que su cambio táctico y de formación en el medio tiempo del encuentro, tras una primera parte en la que México fue muy superior, aunque incapaz de marcar. “Veíamos que los internos de ellos nos estaban complicando (…) y por eso decidí formar un tridente el medio”, explicó el entrenador. 

Por su parte, Lozano fue cuestionado -como en otros partidos- por su decisión de no poner a Santiago Giménez junto a otro delantero para jugar con dos puntas, y no modificar el 4-3-3 inicial, a pesar de que Venezuela había corregido su parado táctico para contrarrestar la estrategia mexicana. El técnico del Tri se limitó a decir que sí había metido gente ofensiva de cambio y pidió que nadie se bajara del barco, de cara al enfrentamiento que México tendrá frente a la dinámica selección ecuatoriana para poder avanzar a cuartos de final. 

Serenos y motivados

A dos años de ser coorganizador de su tercer Mundial en su historia, México languidece con lo que, para muchos especialistas, es la peor selección en muchos años. Y razones no les faltan: cada vez hay menos seleccionados en clubes europeos de élite, el recambio generacional no ha sido acompañado por buenos resultados y la sensación de que se han perdido dos años con técnicos incapaces de corregir el rumbo y sin un proyecto serio y de fondo, es difícil de esconder. 

Por si fuera poco, los directivos mexicanos no ceden en su visión capitalista de su producto, sin querer entender -o simplemente sin que les importe- todas las emociones que el Tri mueve en millones de personas en suelo mexicano, concentrándose en los paisanos que viven en Estados Unidos, quienes van a ver a 11 de verde para matar la nostalgia del pasado, sin tener muchas ganas de ponerse exigentes. 

Con ese contexto adverso desde lo futbolístico y con el eco de las quejas de siempre por parte de una afición dolida que, muy a pesar de los corajes, estará atenta a los suyos, la selección de Lozano enfrentará este domingo en Phoenix, Arizona, a la Ecuador de Kendry Páez, un adolescente de 17 años que ya es jugador del Chelsea. El historial favorece a México: 15 victorias en 25 partidos, pero la actualidad no

Los próximos compromisos.
Los próximos compromisos.Flashscore

A tres días del encuentro, Lozano asegura que sus futbolistas están enteros y motivados para revertir la situación. Muchos creen que una derrota no sólo lo dejaría fuera de la copa, sino que perdería el puesto, pero él se aferra a su 4-3-3 y a la esperanza de que la contundencia extraviada en el último partido aparecerá el domingo. La gente en el país se alista para poner a prueba a su sistema nervioso, una vez más.

Mientras en el lujoso hotel de concentración del Tri en Phoenix ya se han visto a familiares de los futbolistas tomándose las selfies de siempre, caminando por el lobby y subiendo y bajando por los ascensores. Además, se esperan más de 63,000 personas para abarrotar el estadio de la Universidad de Phoenix, donde sin duda México será local. También está ya arreglado el premio que recibirán por el partido. El ambiente relajado y el negocio están asegurados, sin importar el resultado. Directivos y jugadores duermen tranquilos.