Para Peñarol el objetivo era claro: golear en casa para prácticamente asegurar la clasificación a cuartos, sabiendo que en los 3.600 m de altitud de La Paz, donde el miércoles próximo se jugará la revancha, sacar un buen resultado es tarea prácticamente imposible para los charrúas.
No le costó demasiado encaminarlo. Alentado por un repleto y entusiasta Campeón del Siglo, el 'manya' se lanzó como una tromba sobre la portería defendida por Guillermo Viscarra desde el pitido inicial del brasileño Raphael Claus
En el primer cuarto de hora de juego, con fútbol y dinámica, ya estaba ganando por dos tantos.
La goleada la inició Leonardo Fernández tras una muy jugada buena colectiva comenzada por derecha entre Javier Cabrera y el debutante Jaime Báez y culminada por el habilidoso número ocho por la otra punta, con tiro cruzado que venció al guardameta visitante Guillermo Viscarra.
Cuatro minutos después estuvo cerca el propio Fernández, factótum del local, de aumentar el marcador, y recién alcanzado el cuarto de hora el volante fue nuevamente decisivo para gestar el segundo tanto del carbonero, asistiendo con un pase cruzado al goleador Maximiliano Silvera, que culminó de primera.
En el minuto 36, cuándo no, Leo colocó un balón perfecto para que en su regreso al fútbol uruguayo tras una década en Italia Báez anotara el tercero.
La dupla funcionó otra vez a los 39', pero el cuarto gol local fue correctamente anulado por fuera de juego.
La importancia de llamarse Leo
Diego Aguirre había refrescado a su equipo con dos cambios ofensivos en el segundo acto.
Sin embargo, el funcionamiento de los anfitriones no parecía tan aceitado como en la parte inicial: ni en juego ni en eficacia.
Abroquelados atrás, los bolivianos sólo acertaban a defenderse.
Fue en una jugada sucia, tras rebotes y empellones, cuando en el 72' llegó el cuarto por intermedio del recién ingresado Facundo Batista.
Hubo tiempo para que Aguirre hiciera debutar a dos recientes adquisiciones del club: el repatriado de Europa Felipe Avenatti y el joven argentino Adrián Fernández.
Los visitantes deberán sacar a relucir sus garras de local para hacer frente a un equipo que llegará entonado a buscar estar otra vez, después de 13 años, entre los ocho mejores del principal torneo continental.