Marco Rossi es un entrenador experimentado, dados sus casi 60 años. Sin embargo, a los grandes escenarios ha llegado tarde. Él mismo lo admite, afirmando que tuvo una primera parte de su carrera como entrenador "bastante mediocre". Hoy, sin embargo, es el seleccionador de una Hungría que llega a la Eurocopa 2024 tras acabar la fase de clasificación en primer lugar y vivir un año y nueve meses de imbatibilidad.

En una entrevista exclusiva con Flashscore, el técnico piamontés analiza su periplo y habla de cómo afronta la competición continental, su segunda con la selección magiar. Una Eurocopa en la que sus ambiciones son mayores.

Antes de perder contra Irlanda en un amistoso hace unos días, su última derrota había sido contra Italia en septiembre de 2022. ¿Qué balance hace antes de esta Eurocopa?

Creo que sin duda lo hicimos bien en la fase de clasificación, acabando primeros de grupo con merecimiento. Tuvimos un poco de suerte en el doble enfrentamiento contra Serbia, pero estamos creciendo y esperamos confirmarlo en el torneo que ahora empieza.

El camino ha sido prácticamente impecable, pero ahora empieza lo serio. ¿Hay algo que corregir en el camino?

Cada partido, dependiendo de cómo vaya, puede servir para intentar corregir algo. Contra Irlanda no merecimos perder, pero cometimos un par de errores que pagamos caros. Ahora, teniendo en cuenta los rivales a lo sque nos enfrentamos, no podemos repetir fallos del estilo. Habrá que prestar la máxima atención. Perdimos por un gol encajado al final del periodo después de un córner a nuestro favor, y nos beneficiaremos de este error inmediatamente.

¿Es éste quizás el torneo que afronta con más expectativas desde que entrena a Hungría?

Sin duda, dada la forma en que llegamos. Expectativas no nos faltan. La trayectoria y los resultados que hemos conseguido hacen que ahora las ambiciones sean mayores. Pero si dijera que me conformaría con jugar tres buenos partidos y marcharme con aplausos estaría mintiendo. Mi objetivo personal es clasificarnos para octavos, aunque tengamos enfrente a tres rivales de alto nivel y respetables. Luego, como siempre, necesitaremos esa pizca de suerte, que nunca viene mal.

Seamos realistas, es importante empezar bien con Suiza...

El primer partido siempre es muy importante, porque a partir de ahí puedes hacer consideraciones. En la última Eurocopa empezamos una derrota contra Portugal (0-3) que fue un tanto engañosa, ya que hasta el minuto 84 no recibimos el primer gol.

¿Qué teme principalmente de Suiza, a la que se enfrentará el sábado?

Tienen experiencia, calidad, muchos jugadores que proceden de las mejores ligas, algunos incluso de clubes punteros. Ni siquiera mencionaré las individualidades de las que disponen. Nuestro objetivo es crearles problemas en la fase de desarrollo del juego.

¿Sientes el calor del público?

Cuanto más te acercas al comienzo del torneo, más puedes sentir la pasión de la gente. Tal entusiasmo como el que experimenté durante la preparación en Hungría sólo lo recuerdo en 2016, cuando yo era entonces el entrenador del Honved y los magiares habían vuelto a jugar una Eurocopa después de 44 años.

Después, el rival será Alemania en Stuttgart. Los anfitriones...

Cuando te enfrentas a un gran equipo, que, por cierto, juega en casa, si sales al campo con demasiados miedos acabas perdiendo Dbemos intentar jugar con personalidad y coraje e intentar impedir que los alemanes hagan lo que mejor saben hacer, que es todo (risas).

Dejarlo todo para un partido a vida o muerte contra Escocia sería tan espectacular como arriesgado.

Personalmente no voy a hacer cálculos, también porque no está en nuestra naturaleza. Nuestro objetivo es ir partido a partido dándolo todo en cada oportunidad. Ahora mismo estamos concentrados al cien por cien en el partido contra Suiza.

Ustedes llevan mucho tiempo utilizando la defensa de tres, muy de moda hoy en día gracias a ejemplos exitosos como los de Gasperini, e Inzaghi, por citar sólo algunos. Y es una solución que Spalletti también está utilizando...

En el fútbol siempre hay nuevas tendencias y nuevas ideas. Hace algún tiempo se tachaba de defensivos o retrógrados a los que utilizaban la defensa de tres. Luego, de repente, ¡este sistema se puso de moda! En realidad, yo lo utilizo porque es más funcional para mis jugadores.

El Brasil de Scolari ganó un Mundial con defensa de tres.

Sólo puedo hablar por mí. Personalmente me gusta mucho jugar con tres atrás, llevo cuatro años con este método, que también ha evolucionado, cambiando conceptos, principios y jugadores. Nuestra intención es ofrecer un juego mixto entre posicional y relacional, algo que nos viene muy bien.

Por un lado está Spalletti, que utilizando este módulo recientemente ha tratado de potenciar a Chiesa, un segundo delantero que rinde mejor hacia el centro. ¿Hará lo mismo con su estrella Szoboszlai?

Bueno, para nosotros Dominik tiene una función poco definida, porque tiene libertad para sumarse a la construcción en el centro del campo, actuando como un hombre más, y luego para ser encontrado inmediatamente o como segundo delantero en la primera línea. Para nosotros es un jugador de ataque y queremos utilizarlo lo más cerca posible del área. Aunque tiene libertad de movimiento y espacio por todo el campo, intenta crear una superioridad numérica con el balón a su disposición, lo que puede darnos una gran ventaja con él.