Goleada escandalosa de Alemania ante una humillada Escocia (5-1)
Se respiraba tensión en las gradas del Allianz Arena. Normal. El estreno en una gran competición, más si eres el equipo anfitrión, siempre está impregnado de muchos nervios. Los alemanes se los empezaron a quitar desgañitándose con el himno, pero sobre todo cuando el balón empezó a rodar sobre el césped.
Ahí, el que dijo que el balón era suyo y que se hacía lo que quería fue un tal Toni Kroos. Y cualquiera le discute. Todo el fútbol pasaba por él con el beneplácito de unos rivales que parecían admirarle de lejos. Y el aún madridista aprovechó para impartir cátedra con sus pases en largo teledirigidos. En uno de ellos, a los 10 minutos, encontró a Kimmich y este esperó la llegada de Wirtz en la frontal. El del Leverkusen, tras tocar el balón en Gunn y en el palo, cantó el 1-0 para pasar a la historia de la Euro 2024.
Lejos de reaccionar, Escocia siguió metida en su propia portería, blandita en defensa y sin asomarse, aunque fuera para saludar, a Manuel Neuer. Así que los alemanes aprovecharon para volver a marcar en otra jugada iniciada por el 8, continuada por Gündogan y Havertz, y rematada por Musiala con una definición extraordinaria. Ni 20 minutos y 2-0.
El daño aún fue mayor. Primero, con el susto de un penalti sobre Musiala que el VAR anuló porque la falta era fuera del área. Gunn atajó el golpe franco de Havertz. Pero el torbellino alemán siguió hasta conseguir el premio. Casi le cuesta la tibia y el peroné a Gündogan, pero la violencia con la que Porteous se empleó para despejar un balón bien mereció la expulsión y la pena máxima. Con la derecha despejó la pelota mientras con la izquierda clavaba sus tacos en la pierna del barcelonista. Havertz se encargó de lanzar desde los nueve metros para marcar, ya en el añadido, el tercero de la noche.
Kroos falla un pase
La segunda mitad comenzó con Kroos fallando un pase. Uf. Luego de recuperarse de semajante afrenta -entiéndase la ironía-, los anfitriones continuaron buscando el gol. Se animó Rüdiger de lejos, sacó Gunn con apuros. Lo rozó Wirtz. Poco después, Musiala, un tormento para la zaga. Y el que terminó firmando el cuarto fue Füllkrug con un cañonazo a la escuadra en el primer balón que tocó en el partido.
El propio Füllkrug celebró el quinto, pero apenas le duró unos segundos la alegría. Fuera de juego. Tampoco parecía hacer falta la manita para que la fiesta estallara desde Múnich hacia el resto del país. Incluso hubo ovación de gala para los sustituidos, especialmente para Wirtz, Musiala y Kroos, por supuesto. Tan felices eran que, ya en la recta final, Alemania tuvo piedad de los escoceses y Rüdiger, aunque él no quería, remató a su portería en su intento de despeje. Neuer no lo pudo evitar y el 4-1 subió al marcador. Pero para no quedar con mal sabor de boca, llegó Emre Can para sellar la victoria con la manita y el 5-1.
Jugador Flashscore del partido: Musiala (Alemania).