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No diga Austria, diga Países Altos, campeona de grupo

César Suárez
La afición de la Oranje, siempre animosa y bulliciosa, tuvo que ver a los austríacos celebrar más goles
La afición de la Oranje, siempre animosa y bulliciosa, tuvo que ver a los austríacos celebrar más golesAFP
En Flashscore buscamos otra forma de vivir el fútbol y los partidos de la Eurocopa. Con un par de detalles y curiosidades, con un toque menos serio. Es nuestra contracrónica. Como esta que traemos del Países Bajos-Austria.

CENTRO DE DATOS DEL PAÍSES BAJOS-AUSTRIA

El duelo de aficiones

Si el título se dirimiese por la animosidad de las aficiones desplazadas a Alemania, Países Bajos ganaría, nunca mejor dicho, de calle. Y Austria bien podría llegar a unas semifinales. Pero las coreografías, la fiesta y el jolgorio parecen que, lejos de ayudar a sus jugadores, les despistaron. O eso o es que preferían estar arriba con la fanfarria. De lo contrario, no se explica la torrija y desgana con las que salieron al césped. Lo curioso es que Koeman no necesitó pintarse nada de naranja. Su cara, que fue tornándose en morada de enfado conforme avanzaban los minutos, lo decía todo. 

La marcha de los neerlandeses por Berlín
Flashscore

Los platos rotos de Koeman

Antes de que se lo llevaran los demonios al descanso, el ex del Barça se acordó de que había dejado, a saber por qué, a su mejor jugador en el banquillo. Los ataques de entrenador por cargarse el talento son aborrecibles. El de Turquía le dio banquillazo a Güler después de su exhuberante debut. Y Ronald, al estilo de lo que hacía en el Valencia, hizo lo propio con Simons. Claro, tuvo que rectificar poco después de la media hora porque ningún Oranje daba pie con bola... literalmente hablando. Veerman pagó los platos rotos.

Austria, cómo mola verla jugar

Como el que juega sin presión, como el que ya tiene los deberes hechos y va a divertirse... pues así actúa Austria. Perdió el primer partido, ante Francia, por un gol en propia meta después de una buena puesta en escena. Y arrasó a Polonia con un juego ofensivo que desarboló a los de Lewandowski. Contra Países Bajos también salieron deshibinidos y se encontraron con el premio gordo al poco de comenzar. Y por cada golpe encajado, reaccionaban aún mejor porque no tenían nada que perder. 

Los canales de Ámsterdam, en riesgo con estos diques defensivos

La bronca debió ser aúpa porque salieron a 10.000 revoluciones los neerlandeses. 75 segundos después, Gakpo, tras una recuperación y una contra de Simons de manual, firmó el empate. Acción y reacción. De manual. Peeeeeero... estaba tan feliz Gakpo con su gol que poco después quedó retratado cuando se dejó robar la tostada por Schmid para que él también tuviese su minuto de gloria. Luego llegaría el gol de Memphis Depay... y enseguida el de Sabitzer. Los austriacos parecían indestructibles, todo lo contrario que una defensa cuyos diques no aguantaban ni la presión de un grifo. Menos mal que de ellos no depende el mantenimiento de los canales de Ámsterdam...