Ferran Olivella fue el encargado de alzar al cielo de Madrid la primera Eurocopa en el lejano 1964. Después, siempre con Iker Casillas con el brazalete de capitán, España conseguiría el triplete mágico sólo igualado por Argentina precisamente el domingo: Eurocopa 2008-Mundial 2010-Eurocopa 2012.
Pero ahora hay que añadir un nuevo capitán a la lista: Álvaro Morata. El madrileño estaba exultante, como es lógico, al terminar la final y descargó toda la rabia contenida, con la felicidad de ser campeón. El público presente el domingo en Berlín, así como la afición congregada en las calles de Madrid el lunes sí que se lo reconoció.
Precisamente, en la fiesta de Cibeles destapó una figura menos conocida, la del showman, que recordó a las fiestas de la selección hace más de una década presentadas por Pepe Reina.
Pero en el plano futbolístico, pese a las críticas, su nivel es extraordinario. No en vano, Álvaro Morata es el cuarto máximo goleador de la historia de la selección española con 36 dianas, a dos tan sólo de Torres, y es el tercer máximo anotador de la historia de la Eurocopa con siete tantos, empatado con Shearer y Griezmann, sólo superado por Cristiano Ronaldo y Platini.
Muchos cracks
Al término de la final, Morata en declaraciones a TVE mostraba su felicidad y su confianza en el grupo. "Los mensajes positivos llevan a cosas positivas. Ya lo dije, tenemos una gran selección, con grandes jugadores, mucha gente joven y mucho futuro. Tenemos mucho cracks en este equipo y es para que todos estén muy orgullosos. Estamos en el mejor país del mundo".