Más allá del ligero dominio de Inglaterra, finalmente líder con más dudas que certezas, había muchísimo por decidir en un Grupo C bastante igualado. Tanto Dinamarca como Serbia encaraban la jornada definitiva con plenas opciones de acceder a los octavos de final, incluso de acabar en lo más alto en el caso de la primera.
Una jugada ensayada que remató Jonas Wind puso en alerta a Predrag Rajkovic en los compases iniciales. Recién superado el cuarto de hora, una gran asistencia de Joakim Mæhle desde la banda izquierda permitió el testarazo de Alexander Bah, muy forzado en su intento por inaugurar el marcador.
Dominio sin premio
Los nórdicos estaban cómodos sobre el terreno de juego y Christian Eriksen, que aprovechó una grave pérdida de Ivan Ilić, retó al guardameta del Mallorca con un fantástico disparo que acabó en saque de esquina. Y precisamente en un córner llegó el esperado tanto, aunque fue anulado (el esférico había salido y, además, era falta sobre el portero).
Wind, que se desesperó al ver que no valía el tanto, insistió luego con un disparo muy errático. Los de Kasper Hjulmand crecieron por el carril central y siguieron dominando en prácticamente todos los aspectos (57% de posesión y más del triple de goles esperados respecto a su rival). Aun así, el resultado gafas se mantuvo.
Adiós, Serbia
Dragan Stojkovic era consciente de la necesidad de hacer cambios e introdujo al exmadridista Luka Jovic y a Dusan Tadic. No fueron las únicas novedades en la segunda mitad: Andreas Skov Olsen, que se mostró muy activo nada más salir al césped, sustituyó al delantero del Wolfsburgo, que estaba amonestado.
Bajo la atenta mirada del laureado Djokovic, los recién ingresados Tadic y Jovic conectaron en una acción que se hubiera traducido en el 0-1 si el potente ariete hubiera partido desde posición reglamentaria. La revisión del VAR confirmó el fuera de juego, pero esa acción animó a los balcánicos.
Los tímidos acercamientos de una selección y otra no fueron suficientes de cara a romper la igualdad en el Allianz Arena de Múnich, donde ambas aficiones empujaron sin éxito. Con más corazón que fútbol, el plantel serbio se aferró sin éxito a la siguiente ronda de un torneo que tendrán que seguir desde casa a partir de ahora.
Jugador Flashscore del partido: Joachim Andersen.