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El oro olímpico para España llega en Camello a París (3-5)

César Suárez
Actualizado
España, con su medalla de oro
España, con su medalla de oroRFEF
32 años después del oro de Barcelona 92, la selección española de fútbol ha vuelto a subirse a lo más alto del podio olímpico firmando el más difícil todavía. Un doblete de Fermín y un tanto de Álex Baena remontaron en la primera mitad el tanto inicial de Millot. En la segunda, Francia se volcó al ataque, redujo gracias a Akliouche y tuvo el favor arbitral para forzar la prórroga con un 'penaltito' anotado por Mateta. Pero en ese tiempo extra, Camello anotó el cuarto para dar el oro a España. Y en la última acción, otra vez Camello, a pase de Tenas desde su portería, sentenció la final.

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Con 40.000 franceses llenando el Parque de los Príncipes, los pupilos de Thierry Henry poco necesitaron para motivarse. Tenían que aprovechar ese aliento para amedrentar a los españoles. Y lo consiguieron a los 10 minutos. Un mal despeje de Baena dejó el balón suelto en el área. Millot no lo dudó y pilló a contrapié a un Arnau Tenas que terminó de empujar la pelota hacia su propia portería. A remar contracorriente a las primeras de cambio.

Pero lo que más esfuerzo cuesta sabe mucho mejor. Y los de Santi Denia no es que no hubieran dicho su última palabra, es que ni siquiera habían comenzado a hablar. Ahora, cuando abrieron la boca fue para silenciar París.

Fermín-Baena, qué pareja de oro

Baena, redimiéndose de su error anterior, se inventó una asistencia de lujo para un Fermín tocado por la varita de los dioses del gol. Su disparo de primeras, ajustado al palo, puso el 1-1 poco después del cuarto de hora

No contento con ello, el del Barça, omnipresente, apareció en el segundo palo para meter el pie y el alma y firmar el 1-2 tras un rechace de Restes a remate a bocajarro de Abel Ruiz. Sexto gol del onubense.

Y para no ser menos, Baena, el otro campeón de Europa este verano, enseñó sus credenciales con un libre directo desde la frontal que besó las mallas para colocar el 1-3. Increíble, maravilloso, qué cuarto de hora mágico para La Roja.

Por si fuera poco, si el del Villarreal ya se había ganado el perdón, antes del descanso también se redimió Arnau Tenas evitando un gol claro de Mateta. 

A resistir... y a sufrir

No les quedaba otra a los de Henry que atacar y atacar si el oro querían encontrar. Rozaron pronto el segundo con un testarazo al larguero de Manu Koné. Aviso claro para salir de la cueva y volver a asomarse a los dominios de Restes. Pero la presión era tal que los españoles se mostraban impotentes para recuperar la bola y llevar el ritmo. En estas, y aunque pasaban los minutos sin variaciones en el marcador, Arnau Tenas tuvo que volver a aparecer con otra mano prodigiosa a Koné. 

Pero tanto fue el cántaro a la fuente... que nada pudo hacer el meta del PSG para evitar el gol de Akliouche, que rozó la bola tras saque de falta para incendiar el Parque de los Príncipes con el 2-3. Y aún quedaban 10 minutos. Tocaba sufrir muchísimo. 

El penaltito de regalo a Francia

Porque no sólo se jugaba contra Francia, sino en Francia. Y en sus Juegos Olímpicos. No hace falta decir más, ¿no? Ya en el tiempo añadido, un agarrón mutuo de Turrientes y Kalimuendo, aunque un poco más insistente el del español, permitió al árbitro revisarlo a cámara lenta. Estaba deseando pitarlo. Y lo pitó. Y Mateta engañó a Arnau Tenas para poner el 3-3. 

Aún quedó tiempo para que Restes mandase al larguero un zurdazo de Turrientes y para que Tenas rechazara con los puños un disparo cercano de Olise. La prórroga ya esperaba. 

Camello de mi vida y de mi corazón

Ya no había táctica ni orden ni concierto. Los ataques se sucedían, el susto se balanceaba de lado a lado... hasta que Sergio Camello, a pase de Bernabé, volvió a silenciar París con una picadita que supuso el 3-4 en el minuto 99.

La lección ya la tenían aprendida los de Santi Denia, que intentaron alejarse todo lo posible de su propio marco. Por si las moscas. Aun así, Arnau Tenas tuvo trabajo que resolver en unos últimos instantes interminables. Pero lo hizo. Y no sólo paró sino que asistió a Camello con un pase de 40 metros con la mano para que volviera a marcar.

Y España, en París, ante Francia, se elevó al cielo para colgarse la medalla de oro de los Juegos Olímpicos. 

Las calificaciones de los jugadores en el Francia-España
Las calificaciones de los jugadores en el Francia-EspañaFlashscore