Se trata de dos individuos que, gracias a la labor policial y la colaboración del departamento de Seguridad del Atlético, han sido localizados y que, como ya ocurrió con el primer agresor, también eran socios de la entidad rojiblanca, algo que dejarán de ser.
Pero ahí no acaba la investigación, pues todas las partes seguirán mirando las imágenes de lo sucedido en el fondo donde se situaron radicales del Frente Atlético y cotejando con la base de datos del club para proceder a más identificaciones y a la "expulsión permanente de todos los socios que hayan participado en estos incidentes".
"El Atlético de Madrid reitera su condena de estos hechos injustificables, que han dañado gravemente la imagen del club, y reafirma su política de tolerancia cero contra la violencia, para lo que seguirá persiguiendo cualquier manifestación de esta índole y aplicando las sanciones previstas en nuestra normativa interna a los implicados", ha expresado en un comunicado el club del Metropolitano.