Antes del encuentro ante el Real Madrid, en el que Dembélé fue de los mejores, Laporta, Xavi, Alemany y Deco estaban seguros de que el 'Mosquito' seguiría vestido de azulgrana. 

Pero el París SG puede ser muy persistente. Y en Can Barça bien lo saben cuando una situación similar se les vino encima con Neymar hace seis veranos. Aquel famoso "se queda" se convirtió en un "se va" humillante para los azulgrana. Eso sí, una humillación que les dejó 222 millones de euros en la caja. 

La situación se puede volver a repetir, pero con muchísimo menos dinero. Dembélé no pensaba moverse. Está feliz en el hábitat en el que le ha colocado Xavi Hernández, con un rol importante en ataque, de estrella. Pero el PSG lo ha elegido como nuevo jugador franquicia e incluso ha pedido al Barça permiso para negociar con él. La apuesta es brutal por el extremo ambidiestro.

La respuesta blaugrana ha sido que no hay opción de negociar, que es intransferible, aunque con una cláusula de rescisión firmada, da igual como lo califiquen. Es una ventana abierta para su salida. Y más si este lunes cuesta 50 millones de euros y un día después, 1 de agosto, el doble. 

No quiere quedar mal

Dembélé no quiere salir mal del Barça. Y desde su entorno ya han deslizado en alguna ocasión que no se irá si no es mediante un acuerdo de traspaso, con el visto bueno del club. La solución, pues, podría ser intermedia. Que el PSG pague algo más de esos 50 millones. 

Pero ni siquiera esa cantidad convence a la entidad culé porque la mitad, por el acuerdo de su renovación el pasado verano le pertenece al propio jugador.

Xavi lo considera capital en su idea de juego. Y aunque en su posición están Raphinha, Abde, Ferran Torres y Ansu Fati, para el de Terrassa Dembélé es único en su especie, el mejor del mundo. No hay dinero que le compense su pérdida. Y menos los 25 millones que ingresaría el Barcelona. 

De ahí que nuevamente este domingo se haya reunido con él para convencerle de que ni escuche al PSG. Por dinero, desde luego, entre los 25 que se embolsaría de la cláusula y lo que le puede ofrecer el conjunto parisino, sólo hay color y no es el azulgrana. Por sentimiento, ya es otro cantar. 

La decisión es sólo, única y exclusivamente, de Dembélé. Él decide.