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Iniesta: "La selección es mi otra piel, el gol del Mundial lo marcamos todos"

Andrés Iniesta
Andrés IniestaAlejandro García / EPA / Profimedia
El de Fuentealbilla oficializó su despedida en un acto, en el que estuvo presente su familia, parte de la plantilla del Barça y el padre de Dani Jarque. "Gracias por estar aquí, también a los que no han podido estar. Supongo que me permitiréis que me emocione hoy", empezó.

Andrés Iniesta empezó repasando sus orígenes en Fuentealbilla y su amor por dos clubes. "Me encantaría que hiciésemos un recorrido por este cuento, que comienza en Fuentealbilla. Recuerdo esa etapa com muy feliz, en esos campos de tierra. Aunque nunca jugué profesionalmente en el Alba, siempre he tenido dos equipos: el Alba y el Barça".

El manchego quiso mostrar su agradecimiento a la familia. "La familia ha sido siempre mi motor y fortaleza, donde siempre me he apoyado. Tengo la suerte de contar aquí con muchas generaciones de esa gran familia. Mi hermana, mis padres lo han sido todo para mí, por todo lo que me han dado y transmitido. Hoy tengo mi gran familia, con Ana y nuestros seis peques. Mención especial para mi padre, que ha sido mi inspiración".

Y llegó el momento de hablar del Barça. "La Masía me cambió para siempre, el mejor lugar donde podía estar para potenciar los valores que tenía que tener en la vida. Agradecer a los profesores, compañeros... un lugar que marcó mi vida. Venir al Barça fue un sueño y me focalicé para no desviarme. Llegué al mejor lugar posible".

Puyol, Piqué, Rivaldo y Luis Enrique

Iniesta explicó lo que supuso para él llegar al Barcelona. "Ver el Camp Nou cada tarde, cada mañana, desde la Masía y luego llegar allí con todos los jugadores como Puyol, Piqué, Rivaldo... Un día con Luis Enrique pasó por el coche, me conocería de oídas, pero bajé con él. Estuve varios días sin abrir la boca. Luis Enrique me hizo la asistencia del primer gol, fue mi entrenador".

Y repasó los años dorados del club. "No tendría sentido esta etapa sin haber vivido la mejor época para mi club, el Barça. Años en los que lo psamos muy bien. No sólo era jugar, sino cómo lo hacíamos. Fue mágico y único. Lo que me llevo es lo que disfrutamos, los de dentro y nuestra afición. Es una época que simboliza todo para mí".

La selección, su otra piel

Como no podía ser de otra manera, Iniesta habló de su trayectoria con España. "Mi otra piel es la selección. Seguramente nos remontamos a los últimos logros, pero para mí empieza con 15 años. Todas esas tardes de entrenamiento, compañeros con los que he crecido. Igual... mi camino es un agradecimiento a todas las personas que me he ido encontrando. He tenido el privilegio de estar en la mejor época de la selección".

El albaceteño no quiso olvidarse de los tres seleccionadores que ha tenido. "Una mención especial a Luis Aragonés , Del Bosque y Lopetegui por ese respeto que me han tenido. Todo se resume con una foto, ese gol del Mundial. Pero ese gol lo marcamos todos. Los que luchamos, los aficionados, todos los jugadores. La magia de todos lo hizo posible. Y la magia de Jarque, que nos ayudó desde donde esté. Un honor de haber estado en esta etapa".

Su marcha a Japón

También repasó su salida del Barcelona y la experiencia asiática. "En el 2018 tomamos una de las decisiones más difíciles. Con un cierto riesgo. Dejar el Barça para irnos a Japón. Después de esos cinco años fue una experiencia maravillosa. Una bonita historia con un club humilde, sus dos primeros títulos y hacer crecer el club. Pero a nivel familiar ha sido la historia más bonita que hemos tenido. Kobe y Japón nos acogió de una maner increíble. Se acabó luego esa etapa de Japón y con una mirada en el siguiente paso, con ganas de acercarnos a España. Fuimos a Emiratos Árabes y jugar un año más e ir pensando en el siguiente paso".

Jugaría hasta los 90

Su trayectoria la definió con una palabra: orgullo. "Si hay una palabra que puede resumir esta etapa es orgullo. Orgullo de haber peleado hasta el último día como futbolista. El resto es historia: títulos, derrotas , momentos malo... pero el orgullo y no rendirme nunca es lo que me hace ser feliz. Con pena porque habría jugado hasta los 90 años pero feliz de haber convertido el sueño de ser futbolista".

Asimismo, señaló sus momentos más felices como culé. "El día que debuté en Brujas y el que debuté en nuestro estadio contra el Recreativo de Huelva. Y luego vino lo que vino".