¿Necesidad o buen hacer?: las realidades opuestas de un Clásico rejuvenecido
Desde que el Barcelona conquistó el mundo de la mano de Pep Guardiola y un buen puñado de canteranos de La Masía, se ha instalado la creencia popular de que en la ciudad condal apuestan mucho más por el producto de la casa.
"Nosotros fabricamos Balones de Oro, otros los compran", aseguraba Joan Laporta en el verano del año 2009, justo después de hacerse oficiales los fichajes de Cristiano Ronaldo y Kaká por el Real Madrid.
El tiempo ha ido pasando -14 años nada menos- y se ha tratado de mantener esa idea de que el éxito madridista, en el que destacan cinco Ligas de Campeones durante ese periodo, proviene del enorme gasto afrontado en fichajes bajo la presidencia de un Florentino Pérez que no estará en el palco de Motjuic este sábado.
La realidad es muy diferente. Lo cierto es que, desde la temporada 2008/09, el Barça ha gastado 1.980 millones de euros en fichajes por los 1.760 de su eterno rival. Contabilizando los ingresos en ventas, también los blaugrana salen perdiendo con -711,76 'kilos' contra -571,85 de los capitalinos.
Debate sesgado
Con los datos en la mano surgen dos preguntas inevitables: ¿de verdad obvia tanto el Real Madrid a 'La Fábrica'? y ¿Es el FC Barcelona un club que no paga grandes cantidades de dinero por sus fichajes?
Pues ni una cosa ni la otra son del todo ciertas. Como con todo en la vida, existen matices. Basta con echar un vistazo a la lista de canteranos que han ganado la Champions vestidos de blanco en estos últimos años -Nacho, Carvajal, Lucas Vázquez y Valverde siguen en la plantilla- por un lado y repasar los fichajes de Philippe Coutinho (160 M€) y Ousmane Dembelé (135 M€) por otro.
Sin embargo, esta corriente que invita a pensar en una batalla entre el capitalismo blanco y el autoabastecimiento culé ha cobrado fuerza en los últimos días con las actuaciones destacadas de jugadores como Fermín López o Marc Guiu. Mientras tanto, se crea la ilusión de que el dinero es lo único que permite competir a los madrileños.
Otra forma de ver las cosas
El barcelonismo ha convertido a Pedri y Gavi en los emblemas de un club al que se supone que está salvando La Masía. La realidad es que, aunque son buenos jugadores, seguramente no tendrían hueco en la plantilla si no fuese por la mala situación económica que atraviesa la entidad. No olvidemos que el Barça quiso hacerse con hombres como Bernardo Silva y otros con más caché, pero no pudieron por falta de fondos.
En el otro lado de la mesa, con tanto dispendio, el Madrid es a día de hoy la organización más saneada de España y ha rejuvenecido la plantilla controlando el gasto mediante una magnífica labor de 'scouting'. Prueba de ello son piezas como Valverde, Vinicius o Rodrygo, por los que se realizaron inversiones que ahora dan sus frutos en forma de títulos y multiplicación de su valor.
Tanto el modelo de uno como el de otro son válidos, pero no deja de ser cierto que mientras en Can Barça recurren al uso de palancas para mantenerse a flote, en el Bernabéu están libres de esas preocupaciones.
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