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OPINIÓN | Xavi y Laporta tenían un plan, pero salió mal

Miguel Baeza
Laporta y Xavi se abrazan durante la presentación del entrenador.
Laporta y Xavi se abrazan durante la presentación del entrenador.Getty Images via AFP
El FC Barcelona vivió un nuevo episodio inesperado por los aficionados con el anuncio de la permanencia de Xavi Hernández sólo tres meses después de anunciar su marcha a final de temporada.

Dentro de que prácticamente nada de lo que haga el Barcelona sorprende ya, el último episodio del culebrón blaugrana deja muchas preguntas en el aire y denota que la casa que estaban construyendo se encuentra todavía en ruinas. Los aparentes grandes movimientos de Laporta para devolver la grandeza al club han resultado ser meros parches por los que se fuga la gloria del pasado.

El Caso Xavi es sólo una muestra más de las argucias empleadas por el polémico presidente catalán, que se ha ayudado de la figura de una leyenda culé para apaciguar a la afición en el peor momento de la temporada. El anuncio de la continuidad del entrenador de Terrasa hasta 2025 da más la sensación de ser la culminación de un plan bien tejido que un cambio de rumbo de última hora.

No olvidemos que, cuando el exfutbolista anunció su marcha el pasado 27 de enero, una gran parte de la hinchada azulgrana ya pedía su cabeza. Marchaban cuartos en LaLiga, 10 puntos por debajo del Real Madrid -ahora son 11-, habían sido eliminados de la Copa del Rey y acababan de caer 3-5 contra el Villarreal, 14º clasificado, en Montjuic.

Después de aquello, los acontecimientos acompañaron a Xavi y Laporta, de tal modo que comenzaron a frotarse las manos con un cierre más feliz de lo imaginado. Una racha de 13 partidos sin perder -10 victorias y 3 empates- tras la debacle ante el Submarino Amarillo y el adelantarse ante el PSG en los cuartos de Champions devolvieron la ilusión y activaron la segunda fase del plan: cambiar el discurso de despedida del técnico.

La hoja de ruta se estaba siguiendo a las mil maravillas. Aunque los parisinos les sacaron de la Liga de Campeones, se transmitió la sensación de que se podía volver a competir en las grandes plazas. Sin embargo, el monstruo final se volvió a cruzar en el camino del Barça. El Real Madrid echó por tierra la estrategia tan cuidadosamente construida.

Un final no deseado

Llegaron al Bernabéu con el discurso muy bien estudiado. Un triunfo en la capital les metería de lleno en la lucha por el campeonato doméstico y les permitiría vender que habían luchado hasta el último momento. Era la antesala del paso 3: anunciar la continuidad de Xavi, por su gran final de temporada, en un ecosistema feliz.

Desafortunadamente para Laporta y el excentrocampista, la remontada de los merengues obligó a introducir una etapa extraordinaria: vídeo institucional del presidente contra la actuación arbitral en Madrid para desviar la atención mientras aceleraban la confirmación de la continuidad del entrenador.

Este desenlace precipitado del plan ha terminado exponiendo todas las carencias del proyecto azulgrana. Finalmente, Xavi seguirá, porque no hay más remedio ahora, ni lo había cuando dijo que se iba. La situación sigue siendo la misma que en enero: no hay dinero para traer un preparador top y quemar a Rafa Márquez poniéndole a levantar una casa en ruinas es una temeridad.

Por otro lado, se encuentra el daño que le sigue haciendo el dirigente culé a la entidad, puesto que ha tenido engañados a algunos agentes importantes del planeta fútbol. Incluso algunos clientes de esos representantes han rechazado ofertas por confiar en Joan y esperar al Barcelona, que nunca tuvo intención de dejar salir a su leyenda, que tampoco estaba dispuesta a perdonar el año de contrato que le quedaba.

En último término, y seguramente el más importante, se le está poniendo muy difícil al soci apoyar a un equipo dirigido desde arriba por un tipo que juega constantemente con los sentimientos de los barcelonistas. Parte de la premisa de que es sencillo tener confundidos a los hinchas y que le van a comprar cualquier relato, pero eso puede acabarse en cualquier momento y acarrear consecuencias para un Laporta que sale muy tocado tras el fallo de su plan.

Miguel Baeza - Editor
Miguel Baeza - EditorFlashscore