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Paulo Pezzolano pide su propia dimisión durante la celebración del ascenso

Daniel Núñez
Pezzolano ha vivido una temporada complicada.
Pezzolano ha vivido una temporada complicada.AFP
El entrenador del Real Valladolid es el gran protagonista de una escena esperpéntica y casi berlanguiana.

La tensión se masca en el entorno del Pucela... incluso después de haber logrado el ascenso a la élite del fútbol español. Tras perder la categoría la pasada temporada, los blanquivioletas estaban entre los favoritos para volver -como el Levante, ya sin opciones matemáticas, y el Espanyol, resignado a disputar los playoffs-. Es el club al que todos envidian ahora en LaLiga Hypermotion, pero la situación está muy lejos de ser idílica.

El objetivo se certificó este domingo, cuando firmaron una espectacular remontada frente al filial del Villarreal (3-2). El delantero Raúl Moro adelantó a los suyos, Stefan Lekovic igualó y Dani Tasende volvió a anotar por los groguets en el 86', lo que impedía el ascenso ese mismo día (justo antes, el Sporting de Gijón castigaba al Eibar, tercero en la tabla). Y entonces, ya en el descuento, se produjo el milagro: gol en propia puerta de Iker Álvarez y penalti anotado por Mamadou Sylla. 

Tras un 2023 amargo, el Valladolid pudo celebrar el regreso a la élite junto a su afición. Miles de personas se concentraron en una calurosa y soleada tarde. Las aguas del Pisuerga fueron el primer escenario -los jugadores desfilaron en una embarcación y tuvieron el respaldo de los seguidores tanto en el propio río como en las orillas-. Después, ya en tierra firme, se subieron a un autobús descapotable hasta llegar a la Plaza Mayor, donde tuvo lugar el colofón.

Pezzolano aterrizó en España hace poco más de un año. Y lo hizo procedente del Cruzeiro, entonces propiedad también de Ronaldo, con el objetivo de lograr la salvación. Su fichaje recibió un buen puñado de críticas, así como la decisión de que continuara en la siguiente campaña, por lo que el grito "Pezzolano, dimisión" se ha escuchado en diversas ocasiones durante los últimos meses. Y en la fiesta del lunes fue el propio uruguayo quien, con sorna y/o reivindicación, entonó el cántico.