Rafa Mir estaba llamado a poner rumbo al Valencia en el mercado invernal y tuvo que resignarse a continuar en el Sevilla pese a tener un papel secundario -luego residual- en la entidad de la capital andaluza. Los 16 millones de euros que se pagaron al Wolverhampton aún resuenan en Nervión, sobre todo porque recuperar dicha inversión parece una misión imposible a estas alturas de la película. En sólo unos días cumplirá 27 años.

Este curso 2023/24 ha sido muy aciago para él: 22 partidos, tres goles (dos al Deportivo Alavés y otro al Quintanar de la Orden en la Copa del Rey) y una asistencia. En la mayoría de ocasiones tuvo que conformarse con intervenir desde el banquillo, aunque conviene descacar que la última vez que disfrutó de minutos fue el 28 de enero de 2024 -en el empate a uno frente a Osasuna-. A partir de comienzos de febrero, siempre fuera de la convocatoria.

"Se acaba una temporada complicada. Una campaña llena de impotencia, pero creo que las situaciones hay que afrontarlas como vienen. Me quedo con el trabajo diario y con la conciencia muy tranquila por haber sido siempre un profesional. El esfuerzo es el mejor camino para conseguir los objetivos y es lo que he intentado hacer, dar mi cien por cien", explicó el delantero a través de su cuenta oficial de Instagram, un canal que ya usó otras veces... para ironizar.

El texto de Mir incluye un último dardo, aunque sin ningún destinatario claro ni explícito. "He intentado estar al margen de todo lo que se ha hablado sobre mí pese a las numerosas mentiras que se han dicho porque el tiempo pondrá cada cosa en su lugar. Quiero agradecer el apoyo y los ánimos que he recibido siempre en esta situación. Gracias, afición", expresó el internacional español, cuyo papel fue determinante en los Juegos Olímpicos de 2021.