Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad

Se enciende la alarma en el Sevilla ante el peor inicio liguero de su historia

David Alonso
Mendilibar, desesperado.
Mendilibar, desesperado.AFP
El pasado 31 mayo el sevillismo desataba su euforia ante la conquista de la séptima Europa League, en Budapest, frente a la Roma, tras un pésimo comienzo de temporada. José Luis Mendilibar, el rescatador del moribundo, fue ascendido a los altares. Menos de cuatro meses después, con el verano por medio, la exaltación se ha convertido en enfado y preocupación máxima después de tres derrotas seguidas en LaLiga y al observar al equipo último clasificado, siendo el único conjunto de la competición con cero puntos, y transmitiendo sensaciones muy preocupantes. 

Al margen de la clasificación, el equipo hispalense ha recibido ocho goles en contra, por los cinco que ha logrado a favor. La derrota ante el Girona (1-2) supuso un mazazo de grandes dimensiones. Al lado del Nervión se ha encendido la luz de alarma. Duele especialmente que las tres derrotas hayan llegado ante equipos que no son punteros en LaLiga: dos en casa ante Valencia y Girona y una fuera ante el Alavés encajando 4 goles (4-3).

El Sevilla es colista de LaLiga y no ha sumado ni un punto.
El Sevilla es colista de LaLiga y no ha sumado ni un punto.Flashscore

Uno de los principales males del equipo está en el centro de la defensa. No hace falta ser Einstein para darse cuenta de ello. El problema está localizado pero falta darle solución. Desde la marcha de Koundé y Diego Carlos nada ha vuelto a ser igual. Badé tiene muchos altibajos y Nianzou y Marcao son una incógnita por desvelar. 

Lucas Ocampos se lamenta ante la falta de acierto.
Lucas Ocampos se lamenta ante la falta de acierto.AFP

El próximo encuentro no invita al optimismo ya que en la cuarta jornada, el Sevilla visitará al Atlético de Madrid en el Metropolitano. Una derrota, especialmente si es contundente, dejaría a Mendilibar muy tocado y podría precipitar un ultimátum de cara a la visita de Las Palmas al Sánchez Pizjuán en la quinta jornada de LaLiga. 

La marcha de Bono a Arabia no ha contribuido a mejorar el enfado de la afición, que ve un equipo empobrecido futbolísticamente respecto a otras temporadas. El cielo azul se ha nublado en Sevilla y amenaza tormenta.